Por: Mónica Muñoz Ortíz
Los Juegos Olímpicos son uno de los momentos más importantes para hablar del deporte.
Son el resultado del esfuerzo y trabajo que realiza cada atleta, pero también, el resultado de un proceso de estabilidad mental que es fundamental en cada ser humano.
A lo largo de la historia hemos visto y escuchado que nos dicen que no importa si estas deprimido, tienes que ir a trabajar; no importa si sufres un ataque de ansiedad, tienes que cumplir!
Que sí o sí, tienes que ver a los hijos y cumplir con tu rutina o si estamos con ataques de ira y felicidad simultánea la gente tiene que verte y percibirte estable!
Pero los Olímpicos nos han demostrado que estando en una situación mental complicada, nuestro desempeño se ve comprometido y podemos no cumplir las expectativas, podemos no llegar a la cima o no cumplir con objetivos y promesas.
Muchos atletas de alto rendimiento buscan en el ejercicio factores como estabilidad, compromiso y desarrollo personal. Estas opciones los separa de las depresiones, las drogas y las conductas antisociales.
Entonces ¿qué paso después?
En algunos casos y para algunos atletas, el deporte se ha convertido en algo estresante, en algo que ya no controlan, en algo que los orilla a la ansiedad, a la depresión.
Por eso es importante entender que el deporte tiene que ofrecer salud mental, tiene que hacernos sentir bien y estables emocionalmente.

Al mejorar la condición física de nuestro cuerpo, la probabilidad de sufrir estrés o ansiedad es menor, activándose algunos neurotransmisores cuando efectuamos una actividad física.
- Serotonina: Esta eleva la autoestima y la confianza.
- Endorfina: Se segrega al realizar actividad física, favoreciendo la relajación. Como puedes suponer esto ayuda mucho en situaciones de estrés.
- Oxitocina: Es la hormona cuya función es equilibrar los vínculos emocionales y afectivos.
- Dopamina: Es ese neurotransmisor del placer, que nos impulsa a seguir practicando deporte y superar retos.
Así mismo podemos tener cambios en:
- La mejor condición física general disminuye la posibilidad de sufrir ansiedad, estrés y otro tipo de trastornos mentales.
- Aumenta la destreza psicomotora.
- Ayuda a conocerse mejor a uno mismo.
- La autoestima personal también mejora, sobre todo cuando se ha superado un reto.
- Ayuda a establecer un horario y una disciplina, es decir, a establecer una planificación.
El deporte puede ser parte de un antidepresivo natural por lo que es importante movernos y realizar actividades que nos motiven y nos lleven a retarnos.
Recuerda que es importante disfrutar lo que hacemos. Cuídate y cuida tu mente.
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