Antonio Mohamed fue protagonista de incontables historias dentro del futbol mexicano , tanto en su actual etapa como entrenados como en su exitoso paso como futbolista. Una de las anécdotas más destacadas y divertidas está ligada a su época como jugador de Toros Neza, en donde tuvo que ingeniárselas para cumplir con una inusual cláusula contractual.
El Turco estuvo sujeto a estrictos controles que podían impactar directamente en su salario. Aquella medida no solo condicionó su día a día, sino que también lo llevó a recurrir a métodos inesperados con tal de evitar descuentos económicos. "Tenía que pesar 83 kilos", contó hace tiempo en diálogo con el programa Frente a Frente.

Cuando Mohamed llegó al futbol mexicano en 1993, la directiva del club decidió imponer una cláusula que hoy sería prácticamente impensable: cada quincena, el jugador debía presentarse a una revisión de peso y mantenerse por debajo de un límite específico. Si no lo conseguía, el sueldo se veía recortado automáticamente.
El Turco contó que nunca tuvo una relación sencilla con la balanza. Además, en un equipo tan extravagante como el de aquel Toros Neza, la convivencia diaria no ayudaba demasiado, por lo que mantenerse en el peso ideal se le dificultaba. "Yo pesaba 87 kilos", reconoció.
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La creatividad de Mohamed frente a la estricta norma
En lugar de resignarse a perder dinero cada quincena, Mohamed se unió con los utileros del club e ideó una forma de salvarse del duro castigo. La estrategia del Turco fue simple y directa: ajustar ligeramente la báscula para que marcara algunos kilos menos de los que realmente pesaba.
El propio Mohamed reconoció que aquello se volvió casi un ritual dentro del equipo. Antes de cada revisión, revisaban tornillos, calibraban la superficie y dejaban la báscula lista para evitar que el presidente detectara el sobrepeso.

