Además del fitoplasma transmitido por la falsa chicharra, que amenaza a más de tres mil palmeras de la especie phoenix canariensis, traidas a México a mediados del siglo XX, existen otras plagas que amenazan a los árboles en la Ciudad de México.
Por lo pronto, la única solución que existe para acabar con esta plaga, es derribar las palmeras enfermas, según biólogos y especialistas.
PARTE TRES DE ESTE ESPECIAL: Derribar y reforestar, única solución contra plaga de palmeras en CDMX
A la falsa chicharra, se suma una lista de insectos, gusanos, parásitos, hongos, bacterias y virus, que se están propagando y cuyos efectos ya se resienten en los árboles de la capital.
“Una de las especies que está impactando más al arbolado de la Ciudad de México y de la zona conurbada es el muérdago. Es una especie de planta parásita y básicamente lo que hace es llegar en forma de una semilla a la corteza del árbol; crece, se va nutriendo de la savia y de los propios nutrientes del árbol, hasta que lo seca”, explica el doctor Heliot Zarza Villanueva, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Lerma.
El muérdago viaja a través de las aves, que transportan su semilla de un lado a otro.
Según el biólogo José Cibrián, especialista en árboles, este muérdago tiene que ver con todas las especies “y no hay ninguna que se le escape, por lo que se necesita todo un plan a nivel de la zona de toda el área metropolitana”.
Las plagas y la sequía
El factor del clima también influye en la propagación de plagas, y un ejemplo son los cedros blancos:
“La sequía esta siendo muy fuerte y un escarabajo descortezador está empezando a matarlo; como pierden mucho vigor, el árbol no tiene resistencia al escarabajo y con mucha facilidad lo puede matar”, agrega Cibrián Tovar.
Su colega Lorena Martínez, bióloga especialista en arbolado urbano, hace un recuento de la variedad de estas plagas que se están multiplicando por factores de clima.
“Tenemos dos grupos grandes, los que se refieren a plagas de insectos, de enfermedades que provienen de virus, bacterias; tenemos los barrenadores que son como las termitas; ahorita estamos pasando por ejemplos muy drásticos, se está acelerando todo el problema de plagas y enfermedades por la temperatura y la falta de agua”.
Propagación silenciosa
Los especialistas coinciden en advertir que si bien las autoridades están haciendo su parte, aún es insuficiente, pues hace falta un programa más intenso para verificar la salud del arbolado de la Ciudad de México.
“El problema radica en aquellos lugares donde no nos hemos dado cuenta del problema, y la plaga se va propagando, por eso es necesario tener un monitoreo y supervisión del arbolado en todas partes”, señala Zarza Villanueva.
Y aseguran que si no se pone atención y cuidado necesario, las enfermedades y plagas podrían acabar con buena parte del arbolado no solo de la capital, sino de otras regiones del país. (Fin de la cuarta parte)
