Figuras de un jaguar y otras coloridas piezas de alfarería iluminan las calles de Amatenango del Valle, un municipio de Chiapas ampliamente conocido por sus obras de barro que refuerzan las tradiciones y el colorido estilo de vida de sus habitantes.
El proceso inicia con la colecta de arena para después avanzar a la preparación de barro que formará y dará vida a cada una de las piezas hechas totalmente a mano. Un segundo proceso consiste en ‘cocerlas’ en fogón con leña, una técnica ancestral que practican las más de 300 personas que se dedican a esta actividad.
Los maestros del barro saben que los turistas prefieren obras de alfarería de animales como jaguares o piezas ancestrales, pero en Amatenango del Valle hay figuras para todos los gustos. “Se siente bonito porque llevamos nuestra cultura”, expone una de las guardianas de esta tradición.