La noche del jueves, una tragedia sacudió a la comunidad de Cuautlacingo, en el municipio de Otumba, Estado de México, cuando colapsó un túnel clandestino presuntamente utilizado para la extracción ilegal de combustible. El derrumbe dejó como saldo seis personas muertas, cuyos cuerpos fueron localizados al interior de la estructura subterránea.
Los cuerpos de emergencia fueron alertados sobre el incidente, sin embargo, al intentar realizar las labores de rescate, se encontraron con la oposición de los propios habitantes de la zona, quienes impidieron el acceso de las autoridades. Fue así como los mismos pobladores se encargaron de extraer los cadáveres.
Autoridades confirman el hallazgo de los cuerpos
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que tuvo conocimiento de la presencia de seis cuerpos dentro del túnel. Inicialmente, uno de los cadáveres fue recuperado con ayuda de una retroexcavadora, pero posteriormente, ante la negativa de los lugareños, ellos mismos sacaron los cinco restantes.
El túnel colapsado fue ubicado a aproximadamente 300 metros de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que refuerza la hipótesis de que se trataba de un paso subterráneo para el robo de combustible, una práctica que ha proliferado en municipios del nororiente del Estado de México como Otumba, Acolman, Teotihuacán y Axapusco.
Zona marcada por el robo de combustible
En redes sociales circularon imágenes de una camioneta blanca equipada con altavoces, desde la cual se convocó a los habitantes a acudir al sitio del siniestro para apoyar en las tareas de rescate. Fue hasta la madrugada del viernes que, tras un diálogo con las autoridades, los pobladores accedieron a entregar los cuerpos a los Servicios Periciales.
🔴 La noche del jueves se derrumbó un túnel presuntamente construido para extraer hidrocarburos en Cuautlacingo, en el municipio de Otumba, Edomex. Seis personas murieron.
— Emeequis (@emeequis) June 6, 2025
Video: @CarlosLaraM81 pic.twitter.com/tSEDJ5yh1y
La zona ha sido identificada como un punto recurrente para la operación de túneles clandestinos. En julio de 2024, en Acolman, fue hallado un túnel de más de 85 metros de longitud dentro de una vivienda. En marzo del mismo año, dos cadáveres fueron encontrados en otro túnel en los Ejidos de Santa Catarina. Incluso en 2022, Cuautlacingo fue escenario de otro colapso similar que dejó una víctima fatal.
Esta nueva tragedia vuelve a evidenciar el grave problema del robo de combustible y los riesgos mortales que representa para quienes participan en estas actividades ilícitas y como ni el gobierno estatal ni federal han sabido controlar.