Alarma en Valle de Bravo por contaminación y sequía amenazan su lago
El lago de Valle de Bravo, vital para la región, enfrenta una crisis ambiental sin precedentes. Con niveles de agua alarmantes y una contaminación creciente.
El emblemático lago de Valle de Bravo enfrenta una severa crisis ambiental, marcada por la descarga constante de aguas residuales y la presencia de pesticidas, factores que se suman a los preocupantes niveles de agua registrados en los últimos años. La principal fuente de esta problemática radica en la considerable polución que el río Tisates vierte directamente al lago, originada por descargas ilegales de drenaje provenientes de algunas viviendas ubicadas en las orillas del río.
El lago de Valle de Bravo enfrenta una crisis ambiental grave por contaminación y sequía
La situación llegó a un punto crítico el año anterior, alcanzando el nivel más bajo en los últimos 25 años. Este escenario es el resultado de una combinación de factores climáticos y una sequía prolongada que se extendió desde 2020 hasta 2024. Ante esta grave problemática, organizaciones civiles y expertos han comenzado a implementar medidas para mitigar los efectos adversos en el lago.
A pesar de la seriedad del problema, existe un rayo de esperanza, ya que la contaminación se considera de tipo orgánico. Esto significa que no involucra elementos activos ni metales pesados, lo que abre la puerta a soluciones naturales.
Habitantes de Valle de Chalco en riesgo por hundimientos
En este contexto, se pondrá en marcha un programa de restauración innovador que utilizará fitocolmenas, un sistema de filtración que empleará de manera controlada la planta de lirio acuático.
Esta tecnología se implementará estratégicamente en la zona donde el río Tisates y el arroyo La Maná desembocan en el lago. El objetivo principal es doble: por un lado, reducir el impacto de las aguas negras que ingresan al lago y, por otro, disminuir la carga contaminante acumulada progresivamente con el tiempo. La primera fase de restauración abarcará una superficie de 5000 metros cuadrados y se espera que comience a operar antes de que finalice el año 2025.
La recuperación del lago es vital para el turismo y el bienestar de las comunidades locales
La meta final de estas acciones es devolver el esplendor a este importante cuerpo de agua, que no solo representa un atractivo turístico fundamental para la región, sino que también constituye una valiosa fuente de agua para el Valle de México. La recuperación del lago es crucial para preservar el equilibrio ecológico y el bienestar de las comunidades que dependen de él.