El desabasto de medicamentos en México se ha convertido en una crisis que obliga a familias enteras a buscar soluciones fuera de sus comunidades.

Tal como la historia de Jacinto, Alejandra y sus dos hijas, quienes desde febrero han dejado todo atrás para trasladarse a Villahermosa, Tabasco para que la pequeña Damaris, de apenas dos años, reciba tratamiento tras ser diagnosticada con leucemia.

“La internaron en Palenque, pero nos estaban mandando a Tuxtla, y estaba muy lejos para nosotros, así que vinimos acá”, relata Alejandra Pérez, madre de la niña.

Aunque la atención médica en Villahermosa ha sido más cercana y completa que en su lugar de origen, el principal desafío sigue siendo el desabasto de medicinas; si ese problema que el gobierno actual no quiere que reconocer.

Lo que el Estado no hace: Fundaciones en la lucha contra el desabasto

Gracias a la labor de la Fundación Corazones Invencibles y sus donantes, algunas medicinas se obtienen en el albergue Oncopeques.

Este espacio no solo proporciona medicamentos, sino también alojamiento, comida, ropa y despensas para las familias.

“A veces solo nos escriben un papel con la lista de medicamentos. Si los tenemos, se los damos; no se les pide nada a cambio”, explica Karina Gómez, encargada del albergue.

Además, la oncóloga Beatriz Cano dedica tiempo extra a empaquetar despensas y organizar boteos para recaudar dinero destinado a la compra de medicinas, que por su alto costo son difíciles de conseguir.

Más que un tema político: La otra cara de la salud

Ante esta crisis de salud, Beatriz tacha de sorprendente los comentarios de la presidenta de la República, quien descalificó las manifestaciones recientes de padres y familias afectadas por la falta de medicamentos.

Esto no fue un movimiento político. En Tabasco, los padres tienen miedo y la realidad es que necesitamos aceptar y visibilizar las deficiencias que tenemos”, afirma la doctora.

Actualmente, la Fundación Corazones Invencibles atiende a familias de Tabasco, Chiapas, Veracruz y Campeche que reciben tratamiento en el IMSS Bienestar y otras instituciones.

Historias que evidencian la crisis de salud

Familias como la de Jacinto y Alejandra viven con la incertidumbre de regresar al hospital esperando que esta vez no falte nada, ya que sus posibilidades de sobrevivir depende, en gran medida, de que los insumos médicos estén disponibles.

Gobernadores o presidentes, que den lo que necesitan los niños en el hospital, porque necesitan más”, concluye Alejandra, reflejando la frustración de miles de familias desplazadas por el desabasto.