El regreso de Estados Unidos a Ecuador está más cerca de lo que muchos imaginaban. A casi dos décadas de que la base militar de Manta dejara de operar bajo control estadounidense, la visita de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de EU, volvió a poner el tema sobre la mesa: ¿permitirá Ecuador la instalación de fuerzas extranjeras en su territorio?

Durante su recorrido por las antiguas instalaciones militares de Manta y la Escuela de Aviación de Cosme Renella, Noem habló sobre reforzar la cooperación bilateral en temas de seguridad y combate al crimen organizado, que sigue golpeando con fuerza a las provincias costeras ecuatorianas.

“El narcotráfico afecta principalmente a las provincias costeras, por lo que visitamos las bases en Manta y Salinas. Contar con una base de seguridad nacional beneficiará a la provincia, no sólo en materia de seguridad, sino también en desarrollo”, afirmó Gian Carlo Loffredo, secretario de Defensa de Ecuador.

Bases militares estadunidenses a cambio de apoyo económico y tecnológico

El acuerdo que se perfila entre Quito y Washington se basaría en un intercambio de cooperación y tecnología por presencia militar. Estados Unidos busca recuperar un punto estratégico en Sudamérica para vigilar rutas del narcotráfico y operaciones del crimen trasnacional, mientras que Ecuador recibiría apoyo logístico, inteligencia y recursos para fortalecer su sistema de defensa.

“Estados Unidos es un aliado clave; es la principal potencia mundial, y que Ecuador trabaje junto a ellos es un gran paso”, dijo Jhon Reimberg, ministro ecuatoriano del Interior. Esta sería la segunda visita de un alto representante del gobierno estadounidense a Ecuador en tres meses, luego del paso del secretario de Estado Marco Rubio, quien dejó clara su postura sobre Venezuela y el crimen organizado.

Nicolás Maduro no es un gobierno. Es una organización terrorista del crimen organizado que se ha apoderado de un territorio”, aseguró Rubio durante su visita a Quito.

Referéndum decidirá el futuro militar de Ecuador

La decisión sobre si Ecuador abrirá nuevamente las puertas a bases militares extranjeras se tomará el próximo 16 de noviembre, fecha en la que los ecuatorianos participarán en un referéndum nacional.

Entre los temas que se someterán a votación está precisamente la autorización para permitir la instalación de bases militares foráneas. Mientras tanto, el presidente Daniel Noboa ya solicitó permiso al Congreso para ausentarse cuatro días de sus labores y hacer campaña a favor del “sí”.

El retorno de tropas estadounidenses a Ecuador podría redefinir la política de seguridad en la región, especialmente ante el aumento de la violencia vinculada al narcotráfico y las alianzas entre grupos criminales locales y cárteles internacionales.

Por ahora, Manta vuelve a ser el centro de atención. Una base que marcó historia entre 1999 y 2009 podría, muy pronto, volver a tener bandera estadounidense ondeando sobre su territorio.