Embarazos de niñas de 10 a 14 años crecieron en la pandemia: Encinas

El confinamiento por la pandemia de Covid-19 provocó el aumento de embarazos en niñas de 10 a 14 años, confirmó Alejandro Encinas.

Escrito por: Fuerza Informativa Azteca
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Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, informó que la pandemia de Covid-19 ha impactado de forma negativa en las niñas y niños del país, al aumentar los casos de embarazos entre menores de edad.

Durante su participación en la conferencia mañanera, el funcionario detalló que en el 2020, se registraron 373 mil 661 embarazos de madres adolescentes, de los cuales 8 mil 876 son de niñas menores de 14 años.

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Las menores entre 10 y 14 años fueron embarazadas por un amigo, un familiar, un desconocido o su ex novio, la mayoría de estos casos fue por violación sexual o por matrimonios arreglados, indicó Encinas.

Mientras que las defunciones por embarazos y partos en adolescentes de 15 a 17 años ocupa el sexto lugar en las causas de muerte de este sector poblacional, indicó Encinas.

El confinamiento por la pandemia de Covid-19 también afectó a los menores de edad, quienes dejaron la escuela por motivos relacionados con el virus o la economía de sus familias.

Las condiciones de confinamiento, las restricciones a la movilidad, la suspensión de clases y otros factores han generado graves afectaciones en las niñas y niños del país.

Encinas precisó que 5.2 millones de estudiantes no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 por causas relacionadas con Covid-19 o por falta de recursos.

“En el ciclo escolar 2020-2021 están matriculados 35.6 millones de niñas y niños, pero se registró una disminución significativa de 2.6% en la educación básica; 3.1% en educación media superior y 0.8% en educación superior”, explicó Encinas.

Violencia familiar aumentó 24% durante la pandemia: Encinas

De acuerdo con el subsecretario, la pandemia de Covid-19 provocó un aumento significativo de la violencia familiar, ya que de marzo a junio de este año se registraron los niveles máximos históricos de este delito contra menores de edad.

En el primer semestre de 2021 se registraron 129 mil 020 carpetas de investigación por violencia familiar, un aumento de 24 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, revirtiendo la tendencia descendente del delito.

Hay que señalar que un gran número, si no es que la mayoría de las agresiones y violencias que se sufren en el hogar no son denunciadas y a pesar de ello tenemos este incremento tan significativo.


El 76% de estas lesiones ocurrieron dentro del hogar y en el 73% de los casos la persona responsable tenía un parentesco con la víctima, acotó.

Las niñas y adolescentes fueron las más violentadas dentro del hogar, con el 92.8% de agresiones vinculadas a violencia psicológica, sexual, física, abandono y violencia de naturaleza económica.

Homicidios y suicidio de niñas y niños crecieron en esta pandemia

El funcionario mencionó que en 2020 la tercera causa de defunción de menores de edad en el país fue el homicidio. Entre las niñas de uno a 14 años, este delito fue la primera causa de muerte.

Desde 2017 se registran alrededor de mil 500 homicidios anuales y la tendencia se ha ido incrementando a partir de la pandemia en el año 2020.

El año pasado hubo mil 111 suicidios de niñas y niños, una cifra que no se había registrado anteriormente. La tasa de suicidios en menores y adolescentes aumentó en 12%, entre 2019 y 2020 llegando a su máximo histórico.

“El pensamiento suicida en adolescentes aumentó del 5.1 al 6.9% de 2018 a 2020, y la conducta suicida se incrementó en adolescentes del 3.9 al 6% del 2018 a 2020”, agregó Encinas.

En cuanto a la desaparición de menores de edad, indicó que entre el 1 de enero de 2020 y el 10 de agosto, cuatro mil 325 niñas y niños desaparecieron en México. De esta cifra, el 66% se da en adolescentes mujeres entre 15 y los 17 años, quienes son víctimas de la trata de personas.

Por lo anterior, el regreso a clases es una medida preventiva, ya que las escuelas son espacios de formación pero también de convivencia que permiten detectar los otros tipos de violencia de que son objeto las niñas y los niños, concluyó Encinas.

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