Desalojan a migrantes venezolanos en la frontera de Chihuahua
Entre fuego y agresiones, migrantes venezolanos fueron desalojados de la frontera en Chihuahua para trasladarlos a un albergue a pesar de su negativa.
Decenas de migrantes venezolanos fueron desalojados al borde de la frontera entre México y Estados Unidos en el estado de Chihuahua, donde estaba instalado un campamento con cientos de carpas desde el pasado mes de octubre y que durante la tarde de este domingo 27 de noviembre, fue intervenido por un operativo conjunto entre autoridades estatales, federales y municipales.
Columnas de humo, fuego y agresiones protagonizaron el momento, pues luego de que las autoridades mexicanas comunicaran a los migrantes que no podían permanecer en el lugar y debían ser trasladados a un albergue, comenzaron las protestas y los propios venezolanos empezaron a prender fuego a sus campamentos instalados a orillas del Río Bravo.
En señal de protesta, los refugiados encendieron sus casas de campaña e intentaron resistirse al traslado de las autoridades mexicanas, quienes habían estado al pendiente de la situación desde el pasado 13 de octubre, cuando se instalaron los ciudadanos procedentes de Venezuela.
Algunos de los migrantes comenzaron a lanzar piedras a elementos de seguridad y como resultado dejaron al menos tres policías lesionados, con golpes en las manos y cabeza generados en la riña, la cual explotó cuando llegaron los equipos antimotínes para retirar a los grupos instalados.
Quienes presenciaron a la distancia el suceso fueron miembros de la Guardia Nacional, Policía Estatal de Texas, Patrulla Fronteriza y elementos de aduanas, quienes formaron un cerco en la parte alta del Río Bravo para combatir una posible invasión venezolana, producto del operativo para el desalojo de migrantes enviado al suelo mexicano.
Migrantes venezolanos estaban en la frontera desde el 12 de octubre
El perímetro no tuvo que ser utilizado y el problema se focalizó en suelo chihuahuense, donde elementos de Protección Civil acudieron para salvaguardar la zona y empezar a retirar todas las carpas venezolanas, pues algunos incluso rociaron con un garrafón de gasolina las carpas e incluso salpicando a elementos de seguridad.
Como una “zona de guerra” quedó el campamento venezolano luego de la disuasión de los elementos antimotín, quienes además estuvieron acompañados por miembros de los Grupos Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) y organizaciones de Derechos Humanos.
