Ferromodelismo: Toda una ciudad a escala en Mérida, Yucatán
Un yucateco amante del ferromodelismo diseñó dos maquetas de 12 y 4 metros en Mérida. Heredó esta pasión de su padre quien tardó 52 años en el diseño
Antonio Abimerhi heredó de su padre la pasión por el ferromodelismo. Cuando su padre falleció tomó el mando de la locomotora y continúo con el trabajo.
Hoy trabaja en dos maquetas en Mérida, Yucatán, una de 12 metros de largo que su padre inició hace 52 años y otra de cuatro metros en la que lleva rabajando cuatro años.
Antonio asegura que el motivo de esta afición es el amor a su padre y aunque no es un hobby barato señala que lo ayuda en su vida diaria: “Es antiestrés, es antiansiedad, es anti todo esto y muy bueno para la depresión”.