Bruselas.- Con la pompa de bandas de música y el vuelo de aviones de combate, la OTAN celebra una cumbre de dos días a partir del miércoles pareciendo militarmente más fuerte que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría y con planes de expandirse más para frenar la potencia rusa.
Pero aunque la alianza atlántica tiene muchas razones para ser triunfalista mientras celebra su primera cumbre bienal en su nueva sede multimillonaria en Bruselas, muchos líderes parecen paradójicamente ansiosos a la hora de enfrentarse al líder de facto de la alianza, Donald Trump, quien trae consigo un discurso duro sobre el gasto en defensa.
Las acusaciones de que Rusia está tratando de desestabilizar Occidente con ciberataques y acciones encubiertas han sentado las bases para la mayor expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en décadas, respaldada por un aumento en el gasto de defensa de Estados Unidos en Europa.
El encuentro reúne a más de 40 jefes de gobierno, incluidos los 29 aliados y socios no miembros, desde Finlandia a Afganistán, lo que pone de relieve el alcance de la organización.
La OTAN también está preparada para crecer de nuevo, invitando a Macedonia a iniciar las negociaciones de adhesión y desafiando las advertencias rusas en contra de la ampliación del bloque liderado por Estados Unidos más aún en los Balcanes.
Pero los comentarios de Trump acerca de que muchos gobiernos aliados no están pagando en la OTAN a cambio del paraguas de Estados Unidos han descolocado a muchos líderes de la cumbre.
“La OTAN no nos ha tratado de forma justa... Nosotros pagamos demasiado y ellos pagan muy poco”, dijo Trump mientras abandonaba la Casa Blanca el martes para viajar a Europa, donde también visitará Reino Unido y Finlandia, donde se reunirá con el ruso Vladimir Putin.
Es poco probable que las cuidadosamente coreografiadas sesiones de la cumbre y la cena de los líderes en un museo de Bruselas el miércoles por la noche aplaquen a Trump, según diplomáticos de la OTAN, que lo descubrieron para su consternación en mayo del año pasado en una cena especial para recibir al presidente.
Entonces Trump dijo lo que pensaba, ignorando el decoro y advirtiendo a los aliados de la OTAN de que debían “sumas gigantescas” y tenían que hacer más para acabar con el terrorismo.