El presidente ruso Vladimir Putin ha reiterado una serie de condiciones clave para terminar la guerra con Ucrania, que ya se ha prolongado por más de tres años. Aunque Moscú afirma estar dispuesta a iniciar un proceso de diálogo, las exigencias del Kremlin siguen marcadas por una postura inflexible, lo que ha generado escepticismo tanto en Kyiv como en la comunidad internacional.
Según fuentes oficiales rusas, la posibilidad de una tregua está sobre la mesa, siempre que Ucrania no la utilice para reorganizarse militarmente ni para recibir nuevas armas de Occidente. Sin embargo, las condiciones impuestas por Moscú se mantienen prácticamente sin cambios sustanciales desde el inicio del conflicto.
¿Cuándo comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania?
La guerra entre Rusia y Ucrania comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando el Kremlin lanzó una ofensiva militar a gran escala sobre territorio ucraniano. Desde entonces, el conflicto ha escalado con intensos combates en varias regiones del este y sur de Ucrania, dejando decenas de miles de muertos, millones de desplazados y una crisis humanitaria de gran escala.
¿Por qué comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania?
El conflicto tiene raíces complejas, pero se intensificó por las preocupaciones del Kremlin respecto a la posible adhesión de Ucrania a la OTAN, el fortalecimiento de sus vínculos con Occidente, y la negativa del Gobierno ucraniano a ceder control sobre las regiones separatistas prorrusas. Para Putin, la orientación proeuropea de Kyiv es una amenaza directa a los intereses geopolíticos rusos, lo que ha justificado (según su narrativa) la acción militar.
Condiciones impuestas por Putin para detener el conflicto
El gobierno ruso ha señalado que una salida negociada es posible, pero solo si Ucrania acepta una serie de exigencias que, para Kyiv, son incompatibles con su soberanía y seguridad nacional. Las condiciones de Putin para detener la guerra incluyen:
- Reconocimiento ruso de los territorios ocupados, incluyendo partes de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
- Desmilitarización de Ucrania, con restricciones en la movilización de tropas y el acceso a armamento occidental.
- Rechazo definitivo a ingresar en la OTAN o recibir apoyo militar directo de la alianza.
- Un cambio político interno en Kyiv, que implique alejarse de las potencias occidentales y adoptar una postura más alineada con Rusia.
- Reconocimiento de Crimea como parte de Rusia: Zelenski tendría que aceptar y ceder la península, aunque el gobierno ucraniano ha dejado claro que considera innegociable la soberanía sobre ese territorio anexado ilegalmente por Rusia en 2014.
Respuesta ucraniana y postura internacional
El Gobierno ucraniano ha mostrado apertura al diálogo, pero se niega a ceder territorio, rechaza cualquier intento de limitar su capacidad de defensa, y exige como punto de partida el cese inmediato de hostilidades. Kyiv insiste en que aceptar las condiciones de Putin sería equivalente a una rendición parcial.
La mayoría de los países aliados de Ucrania en Europa respaldan la negativa de Kyiv a aceptar estos términos, señalando que cualquier negociación debe respetar la integridad territorial ucraniana y los principios del derecho internacional.
Aunque el Kremlin ha planteado una posible pausa temporal en las hostilidades, la diferencia entre las exigencias rusas y las prioridades ucranianas sugiere que un acuerdo duradero sigue lejano.