ImagenES: Edgar Olguín revela con su fotografía resquicios de belleza que escapan a la percepción habitual

La imagen capturada en un instante puede ser apreciada en cualquier lugar del mundo, esto le entiende perfectamente Edgar Olguín, fotógrafo en la CDMX.

Por: Ollinka Méndez

El fotógrafo Edgar Olguín ha encontrado en la danza una fuente inagotable de inspiración, descubriendo la profunda preparación física, mental, espiritual y técnica que poseen los bailarines.

Su lente busca plasmar esta disciplina en escenarios cotidianos e inesperados de la Ciudad de México, una metrópoli de grandes contrastes donde el caos y la neurosis colectiva a menudo predominan. Sin embargo, a través de su mirada artística, Olguín revela resquicios de belleza que escapan a la percepción habitual.

Jacarandas: Un traje de “gala” de la CDMX

Para el fotógrafo, las jacarandas representan el “traje de gala” de la Ciudad de México, y en su trayectoria en la fotografía de danza, surgió la idea de integrarlas en su trabajo. Esta visión se materializó en una serie fotográfica que presenta una perspectiva diferente de diversos rincones de la capital, donde la danza se fusiona con la majestuosidad de los árboles en flor. La combinación resulta, en sus palabras, “algo muy bello, muy sublime para la vista”.

Con la adquisición de su primer dron, Olguín vislumbró nuevas posibilidades creativas, buscando conjugar la fotografía de danza con la perspectiva aérea y la belleza de las jacarandas. No obstante, se encontró con un desafío inesperado: la gran altura de la mayoría de estos árboles en la Ciudad de México, que superan los 30 metros en un 95% de los casos.

Ante esta limitación, el fotógrafo exploró narrativas visuales alternativas para su serie. Fue entonces cuando surgió la idea de fusionar el video con la fotografía, creando coreografías concebidas específicamente para la serie, con las jacarandas como telón de fondo natural.

Esta innovadora aproximación le permitió narrar de manera más completa el movimiento, la coreografía y el lenguaje corporal de las bailarinas, utilizando los árboles en flor como un escenario vivo y vibrante.

Edgar Olguín se siente profundamente afortunado de que sus fotografías tengan la capacidad de conectar con las emociones de las personas. La imagen capturada en un instante puede ser apreciada en cualquier lugar del mundo, trascendiendo fronteras e incluso alcanzando lugares inimaginables. Su trabajo se convierte así en un puente entre el arte, la ciudad y las emociones universales.

Otras Noticias

×