Más potentes que el fentanilo: Nitazenos, “tranq” y “tusi”, las nuevas armas de los narcos

Mientras el fentanilo sigue cobrando vidas, un nuevo arsenal de drogas sintéticas emerge, amenazando con intensificar la crisis de salud pública. El Informe Nacional de Amenaza de Drogas 2025 (NDTA 2025) de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos alerta sobre sustancias como los nitazenos, la xilacina conocida en las calles como “tranq” o la “droga zombie” y el colorido “tusi” o cocaína rosa.

Estas no son simples alternativas; son compuestos diseñados para evadir controles y maximizar tanto la adicción como las ganancias de las organizaciones criminales transnacionales.

Olvidados durante décadas tras su desarrollo en laboratorios farmacéuticos en los años 50 y nunca aprobados para uso médico, los nitazenos han resurgido como una amenaza letal.

El informe de la DEA es directa: estos opioides sintéticos “pueden igualar o superar la potencia del fentanilo”. Sustancias como el metonitazene y el protonitazene, entre las cinco más detectadas por las autoridades en 2024, son parte de una familia de al menos 17 variantes identificadas por el Sistema Nacional de Información de Laboratorios Forenses (NFLIS).

Proveedores químicos, principalmente localizados en China, según el NDTA 2025, introducen constantemente nuevas versiones para esquivar las regulaciones internacionales.

Los nitazenos ya se han detectado en forma de pastillas que imitan a las letales M-30 de fentanilo y, lo que es peor, en mezclas polidrogas con fentanilo, heroína y/o cocaína, una combinación que multiplica exponencialmente el riesgo de sobredosis fatal.

La xilacina, un sedante y analgésico de uso exclusivamente veterinario, se ha infiltrado masivamente en el mercado de drogas ilícitas, principalmente como adulterante del fentanilo y la heroína.

Conocida como “tranq”, esta sustancia no opiácea impide que la naloxona revierta completamente una sobredosis, complicando la respuesta de emergencia. Pero su efecto más aterrador son las infecciones severas y la necrosis –muerte del tejido blando– que provoca en los puntos de inyección, llevando a amputaciones.

El informe de la DEA señala que facciones del Cártel de Sinaloa (CDS) ya están añadiendo xilacina a los lotes de fentanilo destinados a la costa este de EU. Aunque su prevalencia es mayor en estados como Nueva Jersey o Pensilvania, la xilacina ha sido identificada en todos los estados de la Unión Americana.

NDTA 2025 advierte sobre la aparición de la medetomidina, apodada “rhino tranq”, un anestésico veterinario entre 200 y 300 veces más potente que la xilacina, que ya se encuentra mezclada con fentanilo y xilacina, haciendo las sobredosis aún más difíciles de revertir y mortales.

Bajo el engañoso nombre de “tusi” o cocaína rosa, se esconde un cóctel de drogas cada vez más popular en las grandes ciudades.

Originalmente un término para la droga alucinógena sintética 2C-B, el informe de la DEA revela que el Cártel de Sinaloa ha “explotado la marca del tusi para crear nuevas mezclas que son combinaciones de ketamina y otras drogas como cocaína, metanfetamina y/o fentanilo”.

Para asegurar la producción de este peligroso brebaje, el CDS incluso es “capaz de importar grandes cantidades de ketamina desde China”.

Esta sustancia no solo es traficada por grandes cárteles; grupos criminales como el Tren de Aragua (TdA) también participan en su distribución a pequeña escala.

El peligro de estas nuevas armas químicas radica en su potencia desconocida, su capacidad para eludir la detección y la brutal indiferencia de los traficantes ante la vida humana.