Jalisco ya juega su partido más importante. Aún no suena el silbatazo del Mundial de futbol en 2026, pero la emoción ya se siente en las calles, y es que mientras el balón rodará en la cancha, la verdadera fiesta se juega afuera.
En plazas, mercados y barrios, la pasión se comparte sin barreras, sin idioma. Los aficionados de todas partes encontrarán más que partidos: historias.
Jalisco, una gran cancha para disfrutar
Martín, comerciante, destacó: “Es muy característico de aquí, de Guadalajara. De hecho, de acá viene la torta ahogada. Lleva su salsa ahogada, su cebollita morada, su limoncito y su picante de árbol”.
Del Estadio Guadalajara al corazón de Tlaquepaque, pasando por Chapala y lugares como Tequila, la entidad se convierte en una gran cancha abierta.
“La gente es muy importante para el turismo. Hay muy buen ambiente. La torta ahogada, el menudo, la birria, todo eso”, dijo José Torres, tapatío.
La tierra del mariachi, una experiencia para toda la vida
Marco González, turista, comentó: “Queremos conocer más lugares y este se nos hace un lugar muy padre por todo lo que hemos visto en redes sociales. Lugares como Tequila, Jalisco, es lo que más llama la atención, al igual que los edificios; todo eso nos gusta mucho”.
Si algo queda claro es que cuando el mundo venga por futbol, también se llevará un pedazo de Jalisco, pues aunque un partido dura 90 minutos, la experiencia de haber estado en tierras del mariachi se quedará para toda la vida.