Gracias a una publicación difundida en redes sociales por el colectivo Madres Buscadoras de Sonora, fue posible localizar a Luis Fernando Juan Pompa, un joven hispanohablante reportado como desaparecido desde 2023.
A Luis Juan se le encontró sobre el kilómetro 158 de la carretera que conecta Sonoyta con San Luis Río Colorado, una de las áreas más áridas y peligrosas del estado. De acuerdo con testigos, el joven se encontraba desorientado, visiblemente debilitado y sin rumbo fijo.
¿Cómo desapareció Luis Fernando en California?
El joven hispano de 23 años fue reportado como desaparecido desde el 18 de mayo de 2023 por el Departamento de Policía de San Diego, California. La última vez que se le vio fue en el vecindario de Valencia Park, cerca de la calle Mira Flores Drive, alrededor de las 11:00 de la mañana.
En su momento, las autoridades lo consideraron una persona “desaparecida en situación de riesgo”, ya que, según el informe oficial, solo hablaba español y conocía únicamente su primer nombre.
En la ficha se le describía que medía 1.78 metros, pesaba cerca de 54 kilos. El día de su desaparición vestía una gorra negra, camiseta roja y pantalones de mezclilla azules.
Luis Juan se reencuentra con su familia después de 2 años
La esperanza volvió para su familia esta semana, luego de que Luis Fernando fuera localizado con vida en una zona remota del desierto de Sonora, esto luego de que el colectivo compartiera imágenes del joven.
Mismas que llegaron a su padre, José Luis Juan Marcos, quien reconoció de inmediato a su hijo y se puso en contacto con la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
De acuerdo con las madres buscadoras, el joven se encuentra resguardado en San Luis Río Colorado, en espera de reencontrarse físicamente con su familia, quienes ya tuvieron contacto con él mediante una videollamada.
Desapariciones en Sonora: Una crisis institucional
Con datos de RedLupa, para mayo de 2024 el estado ya registraba 4 mil 466 casos de personas desaparecidas, siendo Hermosillo el municipio con más reportes.
Pero el fenómeno no es nuevo en la entidad. Desde 2012 comenzó un alza preocupante en los casos de desaparición en el estado, con un pico en 2020 que registró 633 personas aún sin localizar.
En medio de esta crisis humanitaria, los colectivos de búsqueda como Madres Buscadoras de Sonora han surgido como una respuesta ante la falta de acción institucional.
Muchos de estos grupos, conformados principalmente por mujeres, han asumido la dolorosa y peligrosa tarea de buscar a sus familiares en fosas clandestinas o zonas de difícil acceso, enfrentando amenazas, olvido y condiciones hostiles.