¿Alguna vez te ha pasado? En la actualidad, el ghosting se ha convertido en una de las prácticas más famosas y dolorosas para terminar relaciones; sin embargo, no es la única que existe porque se ha evidenciado una forma aún más dañina para la salud mental de la víctima, se conoce como slowfading y a continuación te contamos de qué se trata.
¿Qué es el slowfading? Una de las técnicas más dañinas para terminar relaciones
Slowfading proviene del inglés slow, que significa lento y fade que es desaparecer. Tal y como su nombre lo indica, esta técnica consiste en alejarse gradualmente de nuestra pareja, mostrando una evidente distancia y falta de interés, aunque de manera sutil. Por ejemplo, respondiendo de forma ambigua, sin ser claro con los mensajes e intenciones.
A diferencia del ghosting, el slowfading implica un sutil distanciamiento con el objetivo de poner fin a la relación de manera unilateral, cortando los lazos poco a poco, en vez de forma repentina, es decir, un “final prolongado”, ¿cómo puedes identificarlo? Aquí te dejamos algunos de sus indicios:
- Hay una falta de interés por parte de la otra persona, no te escribe a menos que tú lo hagas y tarda mucho tiempo en contestarte.
- Sus respuestas son cortantes y no te permiten continuar con la conversación.
- Evita las conversaciones sobre temas profundos.
- Siempre encuentra excusas para no salir contigo o te cancela citas frecuentemente.
En caso de detectar algún comportamiento similar, te sugerimos buscar ayuda de un profesional de la salud mental y recordar que el hecho de que las demás personas decidan realizar ciertas acciones, nada tiene que ver contigo ni la forma en la que te relacionas.
¿Por qué el slowfading es aún más dañino que el ghosting?
¡Lo dicen investigaciones! Un estudio de realizado en el Reino Unido por el servicio de atención médica remota Superdrug Online Doctor reveló que el slowfading es considerado como uno de los comportamientos de citas más dañinos, especialmente por la falta de sinceridad, la rudeza e irrespeto percibidos, así como la ausencia de un cierre o conclusión en la relación.