Año con año millones de niñas y niños son casados contra su voluntad pese a que los matrimonios infantiles constituyen una violación de sus derechos.
De acuerdo con la organización sin fines de lucro Humanium, cada año 14 millones de mujeres entre los 14 y 19 años terminan en un matrimonio forzado o embarazadas por la presión familiar.
La historia de Abeba de 14 años lo demuestra.
A causa de la pandemia y la falta de dinero llevaron a que tanto su madre como sus hermanos la presionaran para que se casara con un hombre de una familia adinerada, sin tomar en cuenta su proyecto de vida de ser médica. Originaria de Gondar, Etiopía, también se enfrenta a las limitaciones educativas de su país.
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El matrimonio infantil, forzado o concertado, es aceptado en algunos países del mundo ya que a través de las generaciones esta costumbre terminó convirtiéndose en una práctica aceptada por la comunidad.
“El matrimonio infantil, el matrimonio forzado o el matrimonio concertado son considerados como una costumbre con efectos perjudiciales en la salud de niños y niñas. En efecto, los menores que son forzados a casarse en contra de su voluntad son sujeto de traumas que ponen en peligro su desarrollo físico y mental”, explica Humanium.
Matrimonio infantil y las muertes maternas
De acuerdo con la UNICEF, alrededor de una tercera parte de las mujeres de 20 a 24 años en desarrollo se casaron cuando eran niñas, siendo el matrimonio infantil más común en Asia meridional y África subsahariana.
“Las muertes maternas relacionadas con el embarazo y el parto son un componente importante de la mortalidad de las niñas de 15 a19 años en todo el mundo, lo que representa 70.000 muertes cada año.
Si una madre tiene menos de 18 años, el riesgo de que su bebé muera en su primer año de vida es de un 60% más que el de un bebé nacido de una madre mayor de 19 años. Incluso si el niño sobrevive, tiene más probabilidades de sufrir bajo peso al nacer, desnutrición y un desarrollo físico y cognitivo tardío”, explica.
Asimismo, apunta que algunos factores agravados por la pandemia de Covid-19 son la educación interrumpida, las turbulencias económicas y los retrasos en los programas y servicios de ayuda.
Por otro lado, el Fondo de Población de las Naciones Unidas en su estudio Repercusión de la pandemia de COVID-19 en la planificación familiar y la eliminación de la violencia de género, la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil revela sobre la repercusión de la COVID-19 en la eliminación del matrimonio infantil que:
- El COVID-19 alterará las iniciativas previstas para poner fin al matrimonio infantil y tendrá consecuencias económicas de gran alcance.
- Se prevé que estos factores en conjunto den pie a un total de 13 millones de matrimonios infantiles adicionales entre 2020 y 2030 que de otro modo no habrían tenido lugar.
