En México, la preocupación por la hepatitis es una realidad para muchas personas. Es natural preguntarse cuál es la variante más común en nuestro país, ya que conocer esta información es fundamental para la prevención y el cuidado de la salud.
¿Cuál es la hepatitis más frecuente en México?
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la hepatitis más frecuente en México es el tipo A, que tiene una prevalencia de alrededor del 70% en la población mexicana, lo que significa que siete de cada diez personas han tenido contacto con este virus, el cual se transmite principalmente por contaminación fecal-oral a través del agua o alimentos.
Los datos epidemiológicos muestran que entre 2010 y 2019 se registraron en promedio más de 13 mil casos anuales de hepatitis A en México, con una incidencia mayor en niños de 5 a 9 años, ya que la infección se adquiere principalmente en la infancia y suele ser asintomática en la población menor.
¡Tómalo en cuenta! En comparación, la hepatitis B y C tienen una prevalencia mucho menor en el país, con aproximadamente 4.5% y 2% respectivamente, y representan un riesgo mayor de cronicidad y complicaciones graves como cirrosis o cáncer hepático, pero son menos frecuentes que la hepatitis A.
¿Cuáles son los síntomas y cómo se contagia la hepatitis A?
La hepatitis A se contagia principalmente por vía fecal-oral, es decir, al ingerir agua o alimentos contaminados con heces de una persona infectada. También puede transmitirse por contacto cercano con una persona infectada, como en relaciones sexuales de riesgo o al cuidar a alguien enfermo. No se contagia por tos, estornudos, abrazos ni por la leche materna.
¿De qué debemos estar alerta? Los síntomas de la hepatitis A suelen aparecer entre 2 y 6 semanas después de la exposición al virus y pueden incluir:
- Pérdida de apetito, náuseas y vómitos
- Malestar general y fatiga
- Dolor en el abdomen, especialmente en el cuadrante superior derecho (zona del hígado)
- Orina oscura y heces de color gris o arcilla
- Fiebre baja
- Ictericia (color amarillento en piel y ojos) en aproximadamente el 70% de los adultos y niños mayores; es menos frecuente en niños menores de 6 años, que a menudo no presentan síntomas
- Picazón generalizada
- Dolor articular en algunos casos
Suelen durar unas semanas y la recuperación es completa sin daño hepático permanente. En niños pequeños, la infección suele ser asintomática o leve.