La última jirafa blanca que queda en el planeta será monitoreada con un rastreador GPS para resguardarla de los cazadores furtivos. La jirafa puede pastar con más seguridad en los campos de Kenia gracias al dispositivo que tiene el animal en uno de los cuernos; los guardabosques podrán monitorear todos los movimientos del macho solitario.
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En marzo pasado, la última jirafa blanca hembra fue abatida por los cazadores furtivos junto a su cría, al este de Kenia, así que se decidió optar por un GPS para cuidar al macho.
El último ejemplar de esta especie es hijo de la hembra abatida, mencionó la reserva Ishaqbini Hirola en un comunicado.
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La especie se caracteriza por el rasgo genético llamado ‘leucismo’, que da a la jirafa ese pigmento blanco. Su peculiaridad la convierte en un objetivo fácil para los cazadores, quienes tienen en cuenta que el animal pasta en las zonas áridas de la sabana, cerca de la frontera con Somalia.
Kenya’s white giraffe fitted with a GPS tracking device pic.twitter.com/wKTNn1HsPe
— Nation Africa (@NationAfrica) November 17, 2020
