El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, presionó el martes al Consejo de Seguridad de la ONU para extender un embargo de armas a Irán antes de que expire en octubre, lo que llevó a Rusia a decir que lo que hace Washington es “ponerle una rodilla” en el cuello a la república islámica.
Estados Unidos ha hecho circular en el consejo de 15 miembros un proyecto de resolución que extendería indefinidamente el embargo de armas a Teherán, pero Rusia y China -que tienen poder de veto- ya han manifestado su oposición a la medida.
“No escuche solamente a Estados Unidos, escuche a los países de la región. Desde Israel hasta el Golfo, los países de Medio Oriente que están más expuestos a la depredación de Irán coinciden: hay que extender el embargo de armas”, dijo Pompeo en una reunión virtual del Consejo de Seguridad.
El Gobierno del presidente Donald Trump ha argumentado por mucho tiempo que el embargo de armas a Irán no debe levantarse. La medida finalizará a mediados de octubre bajo el acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y Gran Bretaña, Alemania, Francia, China, Rusia y el gobierno del predecesor de Trump, Barack Obama.
Desde que Trump asumió el cargo, su gobierno ha renunciado al acuerdo nuclear y ha aumentado constantemente las sanciones contra Irán en lo que Washington describe como un enfoque de máxima presión.
Al dirigirse al consejo, el embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, describió la política como medidas “de asfixia máxima”.
“La tarea es lograr un cambio de régimen o crear una situación en la que Irán literalmente no pueda respirar. Esto es como ponerle una rodilla en el cuello”, dijo Nebenzia en una referencia velada a la muerte de George Floyd después de que un oficial de policía blanco se arrodilló sobre su cuello.
Este hecho provocó protestas y una ola de indignación en Estados Unidos y todo el mundo.
Si Washington no logra extender el embargo de armas, el Gobierno de Trump ha amenazado con buscar el retorno de todas las sanciones de la ONU a Irán en virtud del acuerdo nuclear, a pesar de que lo abandonó en 2018.
Irán ha incumplido partes del acuerdo nuclear en respuesta a la retirada de Estados Unidos y la reimposición de sanciones.
