En Oaxaca, padres y consuegros arreglan bodas forzadas de las niñas
Sara es un ejemplo de lucha, ella escapó de las bodas forzadas que dañan a las niñas de Oaxaca... y todo en el nombre de los “usos y costumbres”.
En Villa Díaz Ordaz, una comunidad de Oaxaca, las niñas se tienen que casar, son víctimas de bodas forzadas que arreglan sus propios padres y los consuegros.
Sin embargo, Sara luchó contra esos “usos y costumbres”, porque en esa región oaxaqueña está mal visto el divorcio, pero no el matrimonio infantil.
Hace 13 años esta mujer escapó de una boda forzada y se llevó a sus hijas del “infierno” en el que vivían; después de tanto tiempo, su marido no le ha dado el divorcio.
“Yo deseo, no sólo para mis hijas, sino para todas las niñas indígenas que están susceptibles a vivir una experiencia así, que puedan aprender las letras, puedan salir y conocer otras partes del mundo, que puedan empoderarse”, dijo Sara.
En la Cámara de Senadores se encuentra una reforma al Código Penal Federal para tipificar como delito grave las bodas forzadas entre menores de edad.