Este es el sueño de cualquiera: tener negocio propio, ser el patrón, no recibir órdenes de nadie y con ganancias millonarias.
Cierren los ojos, por favor y ahora imaginen. Cada hora van a entrar a la caja, 101 mil 521 pesos, eso significa que al día nos estamos metiendo 2 millones 436 mil 510 pesos, al mes, los ingresos serán de 73 millones 95 mil 314 pesos. Ahora eso multipliquenlo por 12, el resultado al año: 877 millones 143 mil 777 pesos. De ese tamaño es el negocio.
Y para que sea redondo, esa lana es libre de polvo y paja. Todo es ganancia, no hay inversión inicial y tampoco se tiene que reinvertir un peso. Ah, se me olvidaba un detalle, en ese negocio no se pagan impuestos.
¿Ya se vieron?
Ahora les voy a decir qué tienen que hacer. Tomar las casetas de Capufe, caminos y puentes federales, que opera solo el 35 por ciento de la red carretera nacional, dio a conocer un informe.
El documento desglosa pesos y centavos. De diciembre del 2012 a diciembre del 2021, en los últimos 9 años, sus casetas fueron tomadas 17 mil 977 veces. La suma de esos “incidentes” alcanza la nada despreciable cantidad de 7 mil 894 millones 293 mil 993 pesos.
Ahora hagan divisiones y llegaran a los 100 mil pesos de ganancias cada hora, de los que les hablaba hace un momento.
Esa millonaria extorsión ocurre con total impunidad en nuestro querido México.
Un día son maestros disidentes, al otro, son estudiantes normalistas, también llegan familiares de desaparecidos. Por ahí se da la vuelta alguno que otro sindicato. También están las organizaciones “sociales” que protestan por todo y por nada, trabajan juntos o separados, según anden de humor. Eso sí, todos con la bandera de luchadores sociales.
Siempre son cuidados y protegidos por las oficinas de derechos humanos, federal o estatales. Intocables, de hecho, tienen al Ejército, a la Marina o la Guardia Nacional, de rodillas. Siempre replegados, mirando nada nada más el atraco, la extorsión, cuidadito con actuar. La orden que tienen es quedarse quietos, cuando algo ocurre, siempre se ponen el disfraz de víctima. Ese les queda muy bien.
¿Qué más se puede pedir?
Bueno, sí, una cosita que no necesitas pedirla llega sola, en los negocios dicen que dinero, llama dinero.
Si algún día el gobierno dice basta te hará una oferta por ese millonario negocio del huachicol carretero, te dirá que como chi, que como no, pero que ya no tomes las casetas, que hagas cuentas de cuánto ganas al día, que él te dará el dinero en efectivo o en especie.
¿Así o más fácil?
Ahora despierta de este sueño y vamos a seguirle dando al trabajo honrado, que la toma de casetas no se paga sola.