¡No merecemos ni un golpe más! Y es que esta cultura machista nos ha acostumbrado a enterarnos de historias de abusos en contra de la mujer en cualquier momento.
En México al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas han enfrentado un incidente de violencia en su vida. ¿Pero quiénes son sus agresores?
Me acerqué a una asociación que reeduca a hombres que han aceptado el daño que le han hecho a sus mujeres ya sea esposas, novias, hijas , hermanas y hasta a su propia madre; uno de ellos “Miguel” me contó cómo es que a lo largo de su vida ha sido un hombre abusador y es que el mismo fue víctima de abusos desde niño, nos platicó las palizas que le propinaba su padre con cables, con palos, con lo que fuera simplemente porque no hacia lo que él quería, sus ojos se le llenaban de lágrimas al recordar como vio a su madre tirada en el suelo desangrándose a causa de los golpes de su padre, como la jalonaba del pelo, como la denigraba con palabras hirientes y lo peor es que al cabo de 30 años él sigue recordando esos momentos como los más dolorosos de su vida.
Miguel llegó a la asociación GENDES porque ese ejemplo que tuvo cuando era niño lo ha llevado a la práctica con su nueva familia; se convirtió en un hombre agresivo, grosero, abusador y sus víctimas hoy son su esposa y su hija de 5 años, con un dolor profundo nos platicó el día que lastimó a su hija física y emocionalmente por tirar la sopa de la mesa, le grito groserías y su hija hoy vive con miedo de su propio padre.
En realidad, siempre ha sido más fácil encontrar un testimonio que sea víctima y no una persona que acepte sus errores y que dé la cara, aunque sea al entrevistador, yo misma me apené y me dolió ver cómo una mujer empieza una historia de abusos desde niña, como la hija de Miguel o como su esposa que lleva más de 12 años permitiendo daños físicos y sicológicos de su pareja por miedo, por costumbre, porque siempre ha vivido así; cerca de la violencia.
Miguel está en un proceso de reeducación porque en su vida solo aprendió de abusos y de golpes. Tanto él como el director de GENDES; Mauro Antonio Vargas nos explicaron la manera en la que los inducen a la calma, la reflexión y el cambio para no seguir esos patrones de abuso a la mujer, desde ejercicios de respiración, hasta la retroalimentación y compartiendo sus experiencias frente a otros hombres abusadores, encontrando el punto exacto donde a cada uno los lleva a agredir a la mujer.
Este tipo de asociaciones le dan servicio también a hombres que tras una denuncia ante el ministerio público tiene como opción reivindicarse y recuperar a su familia, cuando el daño no implica una orden de aprehensión o presión preventiva oficiosa.
Cuando se habla de violencia familiar el delito tiene la posibilidad de generar salidas alternas al proceso y durante la investigación inicial pueden las partes llegar a un acuerdo y la reparación integral del daño, es entonces cuando se le pide al agresor que se atienda sicológicamente para que no vuelva a repetir patrones, aunque no siempre se puede reparar el daño, tal es el caso que el número de feminicidios ha ido en aumento; tan solo en el 2021 se registraron mil 6 casos en todo el país.
Sin embargo, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha creado un sistema de búsqueda en la web, donde se tienen registrados a aquellos agresores sexuales que fueron sentenciados, ahí pueden revisar su foto, su nombre y su sentencia; de esta manera cualquier mujer puede identificar a algún agresor del que haya sido víctima y poder denunciar.
La realidad es que todos estos abusos comienzan desde un grito, una amenaza hay varias formas de generar violencia... todas tienen que ver con un ejercicio de poder y de control, hasta cuando están revisando tu teléfono o están pidiéndote la contraseña, quieren tener derecho a información personal tuya y a eso se le llama violencia digital. Sin embargo, la violencia más lamentable y notoria es la violencia física. Van desde que te toman del brazo, cualquier lesión visible y puede estar catalogada desde las que tardan 15 días en adelante en sanar, por eso algunas lesiones llegan a ser tentativa de feminicidio.
Las mujeres debemos protegernos entre nosotras y denunciar, sin embargo, ya es momento de que hombres y mujeres empecemos a cambiar esta cultura machista porque el futuro de nuestras niñas no debe ser la violencia y porque un niño golpeado seguramente podría ser un hombre abusador.
Geraldine Aragón | Fuerza Informativa Azteca