En los últimos meses, México y otros países del mundo resultaron afectados por una onda de calor que parecía no tener fin. Altas temperaturas, deshidrataciones e incluso algunos fallecimientos ocurrieron a razón de estas afectaciones. Sin embargo, estas afectaciones no sólo ocurren en tierra firme, sino hasta en los océanos.
Datos de la del observatorio Copernicus del Cambio Climático apuntan a que el mes de julio de 2023 fue uno de los más calurosos en la historia, al tener temperaturas 0.72 grados Celsius más altas que los promedios del mismo mes entre 1991 y 2020.
¿Cómo afecta la alta temperatura del mar?
Sin embargo, las ondas de calor no sólo afectan la tierra, sino que también al mar. En el mes de junio de 2023, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos reportó cifras récord en la temperatura de los mares. Incluso la temperatura superficial llegó a 20.96 grados Celsius, superior a la marca de 2016 cuando alcanzó 20.95 grados.
Las ondas de calor marinas son periodos prolongados de anomalías en la temperatura usual de los océanos, lo cual produce crecimiento de algas dañinas, decoloración de corales y muertes masivas de peces, gaviotas y otros organismos, destaca el Instituto Oceanográfico Woods Hole.
El mismo organismo advierte que las ondas de calor en el mar obligan a los peces a migrar a aguas más frías y han causado caos en el Gran Arrecife de Coral en Australia.
¿Por qué ocurre el aumento de temperatura en el mar?
Los científicos siguen investigando las razones por las cuales el mar tuvo un aumento de temperatura, aunque consideran que el cambio climático afecta la cantidad en la que los océanos absorben el calor del Sol, intensificado gracias a las emisiones de efecto invernadero.
Un aumento a largo plazo en la temperatura de los océanos representa un aumento en el calor acumulado en la Tierra. Un reporte del Panel Intergubernamental sorbe Cambio Climático señaló que las olas de calor marinas aumentaron al doble su frecuencia entre 1982 a 2016 e incrementaron su intensidad desde la década de 1980 y los océanos absorben hasta el 90% de este calor.
“Mientras más quememos combustibles fósiles, el exceso de calor será absorbido por los océanos, lo que significa que tardará más el estabilizador y devolverlos desde donde provienen” destacó Samantha Burguess, del Observatorio de Cambio Climático Copernicus a la BBC de Londres.