En la última edición de Bitácora AM, con Geraldine Aragón, el equipo de Fuerza Informativa Azteca profundizó en la donación de órganos que hay en México, pues actualmente este gesto altruista es clave para poder salvar la vida de miles de personas en lo largo y ancho de la República Mexicana, como es el caso de Andrés González.
Andrés recibió su trasplante de riñón hace cinco años, luego de haber sido diagnosticado con cirrosis y haber estado en coma. El hombre había sido desahuciado por parte de sus médicos, quienes justo cuando le habían informado que le quedaba una semana de vida, el destino le sonrió con un nuevo riñón.
“A mí la doctora me dijo que me quedaba una semana de vida. Al tercer día me llamó y me dijo ‘ya está tu órgano'. Fue a las 4 de la mañana y me dijo ‘vente relajado’”, le mencionó su médico, justo antes de revelar cómo ese riñón no estaba destinado a él: “Ese órgano no era para mí, habíamos tres personas en espera, pero a la persona que iba primero le dio gripa y no se pudo operar, la siguiente era una señora muy chaparrita y delgada, entonces no le quedó el hígado”.

¿Qué se necesita para donar un órgano en México?
Actualmente, hay más de 22 mil personas que están a la espera de recibir un órgano en México, un proceso que es gestionado por el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), por lo que Geraldine visitó al director general, José Salvador Aburto, para que diera los detalles de lo que involucra este procedimiento.
“No se le puede poner a cualquier persona. Tiene que estar estudiada y registrada en el sistema. No puede hacerse un trasplante de órganos y tejidos en cualquier hospital. Tiene que tener una licencia sanitaria emitida por Cofepris. Hay un comité que lo decide”, aseguró el doctor Aburto en entrevista con FIA.
En promedio se realizan 7 mil trasplantes en México al año, con el riñón y la córnea como los principales órganos que son donados.
Para donar órganos, la condición específica es morir por muerte encefálica, según explica el director del Cenatra, quien explica que, una vez que el cerebro se dañó de forma irreversible, esa es la condición que se debe tomar en cuenta para realizar el trasplante de cualquier órgano.
Andrés González tuvo que esperar tres años para recibir su trasplante de riñón, un proceso para el cual fue auxiliado en todo momento por el Centro Nacional de Trasplantes y que vio, al borde de la muerte, cómo el destino le entregó un nuevo órgano para poder seguir con su vida.