Psicólogos afirman que todos somos infieles, al menos en forma de “microinfidelidades”. Esta definición se refiere a comportamientos que, aunque no lleguen a ser una infidelidad completa, sí suponen una ruptura de la confianza en la pareja.
La Real Academia Española define la infidelidad como la “falta de fidelidad”. Sin embargo, esta definición es ambigua, ya que no especifica qué se considera como “infidelidad”. Esto ha llevado a que diferentes personas tengan diferentes ideas sobre lo que constituye una infidelidad.
Por ejemplo, algunas personas consideran que la infidelidad solo se produce cuando se tiene una relación sexual con otra persona. Otras personas consideran que la infidelidad también puede incluir comportamientos como coquetear, intercambiar mensajes con otras personas o incluso fantasear con otras personas.
¿Qué se considera una microinfidelidad?
La diferencia entre un acto ingenuo con una amistad y una microinfidelidad, según expertos, es que la última se oculta a la pareja. En otras palabras, es un comportamiento que se sabe que es inapropiado en una relación y que se hace a espaldas de la pareja.
Estos comportamientos pueden ser dañinos para la relación, ya que pueden erosionar la confianza y la seguridad de la pareja. Es importante que las parejas tengan una conversación abierta sobre lo que consideran como infidelidad y establezcan límites claros.
Las “microinfidelidades” pueden ser el comienzo de una infidelidad completa. Por eso, es importante que las parejas tengan una conversación abierta sobre lo que consideran como infidelidad y establezcan límites claros.
¿Cómo detectar las microinfidelidades?
Algunos ejemplos de microinfidelidades son:
- Minimizar la relación real con la pareja. Por ejemplo, decir que se está ocupado cuando se está con otra persona.
- Consultar información sobre la expareja. Por ejemplo, buscar su perfil en redes sociales o leer sus mensajes antiguos.
- Guardar el número de una persona con nombre en clave. Por ejemplo, guardar el número de un ex como “amigo” o “compañero de trabajo”.
- No dejar saber a la otra persona que se está en una relación seria. Por ejemplo, no llevar el anillo de compromiso o no hablar de la pareja con otras personas.
- Interactuar de forma constante con otra persona que no sea la pareja. Por ejemplo, enviar mensajes de texto o llamadas frecuentes, o pasar mucho tiempo juntos.
- Tener conversaciones comprometedoras con otra persona. Por ejemplo, hablar de temas íntimos o de sentimientos románticos.
¿Cuáles son las microinfidelidades en redes sociales?
Hay quien menciona que el hecho de enviar mensajes en secreto a alguien, “flirtear”, incluso mantener contacto con un ex; una relación amistosa en secreto donde intercambian “me gusta” en fotos donde quien publica se ve sugerente, considera que podrían ser microinfidelidades en redes sociales.
También el mentir sobre el estado de una relación, buscar relación emocional con un ex, hablarle a un exnovio de los problemas de la relación actual e incluso buscar una amistad con alguien que resulte atractivo para la persona que ya tiene pareja.