Con casi 20 meses de guerra en la Franja de Gaza, un médico nacionalizado boliviano experimenta las dificultades de conseguir comida, en una región aislada por un bloqueo de ayuda humanitaria, de combustible, de implementos médicos. No lo hace solo: está acompañado de sus cinco hijos.
Se trata de Refaat Alathamna, anestesiólogo que solía trabajar en el Hospital Europeo de Gaza, el cual recientemente fue intervenido por las Fuerzas de Defensa de Israel. En entrevista con Fuerza Informativa Azteca (FIA), el especialista asegura que actividades tan rutinarias como comer o dormir se vuelven imposibles en una zona de conflicto.
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“Uno no duerme lo suficiente”, relata. Al amanecer, la prioridad es buscar alimentos, una tarea complicada por el bloqueo. “Aquí no hay casi nada”, explica el doctor, quien, como miles de gazatíes, sufre la escasez de harina, pan, agua y hasta leña para cocinar.
Los pocos productos que pueden encontrar, como tomates, pepinos o berenjenas pueden tener precios hasta 20 veces más caros que antes de la guerra.
Hospitales en Gaza trabajan al mínimo
Anteriormente, Alathamna trabajaba en el Hospital Europeo de Gaza. Sin embargo, tras la incursión del ejército de Israel, fue trasladado a otro hospital, al cual no ha podido acudir a trabajar en las últimas semanas debido a que enfrenta su décimo desplazamiento a causa de la guerra.
No obstante, apenas podían atender al 20% de los pacientes en ese hospital. En mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que sólo el 33% de los 36 hospitales en el enclave, así como el 30% de los centros de atención primaria de salud tienen capacidad de funcionar ante los continuos bombardeos, así como por la falta de suministros médicos, de combustible y del propio personal médico.
“A veces tengo guardia en el hospital y debo dejar a mis hijos; es una preocupación constante”, comenta. El miedo aumenta, pues las zonas supuestamente “seguras” también son objetivo de bombardeos.
Médico pide ayuda a gobierno de Bolivia para ser evacuado de Gaza
En reiteradas ocasiones, Refaat Alathamna ha pedido ayuda a la Embajada de Bolivia para ser evacuado. Aunque ha hablado con el encargado de dicha sede diplomática y entregó documentos, “no lograron hacer nada”, ya que, aseguran, esperan la respuesta de Israel, que es la nación que debe autorizar su salida del enclave.
“No es posible que no haya una forma para sacarme”, declaró. “Yo, como médico y como padre, solamente deseo salir de Gaza. Ahora, para poder salvar lo único que me queda, que son mis niños”, sentenció.