Ciudad de México. Un sistema lipídico que protege granos y semillas de hongos, levaduras y bacterias fue desarrollado por especialistas de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM.
Se trata de un método nanoparticulado que se utiliza durante la cosecha, transporte y almacenamiento, procesos en los cuales los cultivos podrían contaminarse con patógenos como Aspergillus flavus, causante de aflatoxinas, con efectos tóxicos en quienes las consumen a través de los alimentos.
Es como adicionarles una capa protectora, según explica María de la Luz Zambrano Zaragoza. Con el recubrimiento, subrayó, se disminuye el riesgo de daño mecánico, además de que la película protectora sustituye la cera natural que el alimento pierde durante la fricción a la que se somete durante su manejo.
Consiste en dispersar preparaciones a base de ceras de tamaño micro o nanométrico; con éstas se aminora el deterioro por fricción e impacto y se contribuye a la absorción de humedad, además de que actúan como una barrera contra hongos filamentosos.
Los universitarios, encabezados por Zambrano, han probado su innovación en el maíz, por ser uno de los alimentos más importantes en nuestro país.
Las pérdidas en la producción de este grano se asocian a su manipulación durante la cosecha, almacenaje, transporte y procesamiento para consumo humano o animal. En esas fases puede ser afectado por bacterias, insectos y hongos, remarcó.
En México cada año se pierde entre 30 y 35 por ciento de la producción de granos y semillas, y en el caso de frutos secos como piñones, nueces, almendras y cacahuates, que se degradan con gran facilidad, se registran mermas de hasta 50 por ciento.