Un paseo por los aires se convirtió en una situación inesperada para Guillermo Lozano, un joven de 27 años originario de Monterrey, quien quedó colgado a ocho metros de altura tras caer con su paracaídas y quedar atrapado entre las hojas de una palmera dentro del condominio Quinta del Mar, en Bahía de Banderas.
El incidente ocurrió alrededor del mediodía del domingo pasado, cuando se reportó al 911 la presencia de una persona colgando en una palmera, en una zona cercana al Hotel Riu Jalisco, donde el turista se hospedaba.
Rescatan a hombre colgado de una palmera
Elementos de Protección Civil de Bahía de Banderas, en conjunto con bomberos del Estado y personal del hotel, actuaron rápidamente para ejecutar el rescate. Subieron a la palmera para asegurar a Guillermo con una cuerda adicional.
Después de varios minutos, el joven fue bajado de la palmera sin contratiempos. A pesar del aparatoso escenario, el turista mantuvo la calma y colaboró durante toda la operación.
Sin lesiones de gravedad, pero con una historia que contar
Una vez que Guillermo pisó tierra firme, fue atendido por los paramédicos, quienes confirmaron que el hombre originario de Monterrey presentaba únicamente lesiones menores. Por lo que no fue necesario su traslado a un hospital, aunque se le brindaron indicaciones médicas preventivas.
El curioso rescate no tardó en llamar la atención tanto de los turistas como del personal del lugar, y pronto las imágenes comenzaron a circular en redes sociales, generando sorpresa e incluso memes sobre el “aterrizaje forzoso” o que hubiera aprovechado para bajar algunos cocos. Por su parte, las autoridades locales reiteraron el llamado a extremar precauciones al realizar este tipo de actividades recreativas.
Seguridad y prevención en actividades turísticas
Este incidente reabre el debate sobre la supervisión y seguridad en las actividades recreativas extremas que se ofrecen en zonas turísticas como Bahía de Banderas. Aunque en esta ocasión no hubo consecuencias graves, se hace evidente la necesidad de contar con protocolos más estrictos y revisiones técnicas para evitar riesgos innecesarios que pongan en peligro la vida de las personas. Por ahora, Guillermo salió bien librado y tendrá una buena historia que contar el resto de sus vidas.