El terapeuta John M. Gottman, profesor de psicología en la Universidad de Washington y codirector del Seattle Marital and Family Institute, ha desarrollado una teoría conocida como “Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis”. Esta metáfora describe, con gran precisión, los comportamientos que auguran un divorcio en una pareja. Según el experto, si estas actitudes se mantienen en el tiempo, es muy probable que la relación termine. A continuación, exploraremos cuáles son y cómo pueden afectar la dinámica de una relación.
¿Cuáles son los cuatro comportamientos que predicen el divorcio?
1. Las críticas destructivas
El primer jinete es la crítica. Se manifiesta a través de quejas, reproches y comentarios negativos que resaltan los defectos de la pareja. Estas críticas suelen expresarse en un tono de voz elevado y despectivo, con una postura corporal amenazante. Su único propósito es generar culpa y malestar en la otra persona. Por ejemplo, una crítica podría ser: “Nunca recoges la ropa”, lo que no solo hiere, sino que también socava la autoestima del cónyuge.
2. La actitud defensiva
Este comportamiento implica rechazar las críticas y no aceptar los comentarios del cónyuge, adoptando una postura defensiva y contraatacando. La defensividad se percibe como una amenaza y busca desviar la conversación, haciendo que el otro se sienta culpable. Este ciclo de culpabilización dificulta encontrar una solución al conflicto y puede generar un ambiente de desconfianza y resentimiento.
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3. El desprecio
Considerado el predictor de divorcio más decisivo, el desprecio incluye insultos, muecas, ironía y sarcasmo. Este comportamiento es extremadamente dañino, ya que se utiliza para infravalorar y ofender a la pareja. La ira y el resentimiento pueden dominar la interacción, haciendo casi imposible llegar a un acuerdo o resolver los problemas de manera constructiva.
4. El encierro o actitud evasiva
La actitud evasiva se manifiesta en la indiferencia ante las quejas o críticas de la otra persona. Ignorar, mirar a otro lado o actuar como si el otro no existiera son comportamientos que pueden intensificar la frustración del que está expresando sus sentimientos. Este tipo de indiferencia crea una brecha emocional que dificulta la comunicación y el entendimiento mutuo.
Reconocer estos cuatro comportamientos es el primer paso para abordar los problemas en una relación y trabajar en la construcción de una conexión más saludable. Identificarlos y transformarlos puede marcar la diferencia entre una relación que se fortalece y una que está destinada a terminar.