El esposo de Celina arriesgó su vida y la de sus hijos por andar de mujeriego. Ahora, su suegra la chantajea pues él quiere volver con Celina, como si todo fuera muy fácil. Celina creyó en las palabras de Gerardo cuando se casaron, pero se arrepiente de haberlo hecho. Revela que, entre otras mujeres, le fue infiel con su comadre.