Es un hombre muy respetado en la historia de boxeo porque ha entrenado a varios boxeadores con gran trayectoria. Calificado como: ‘el más picudo de todos los managers’ sabe perfectamente cómo vendar, al observar esta cualidad Julio César decide contratarlo. Es mucho más hablador dentro del cuadrilátero que fuera de él. El cariño de Cristóbal es fundamental para el Campeón y por eso cuando éste muere, Julio César se derrumba una vez más.
Cristóbal Rosas - El asistente
Mario Zaragoza
