Julio se prepara para la pelea por el Campeonato, sabe que tiene que armarse hasta los dientes, el Azabache en un hueso duro de roer; luego de que Rómulo no lo puede entrenar logra que Cristóbal entre a su equipo. Las burlas y la desconfianza de medio mundo solo logran fortalecer el espíritu de un Julio hambriento de victoria.
Amalia sufre los avatares de haberse fugado con él y es rechazada en casa propia y ajena. En tanto que en Los Pinos se cuestionan temas como el empoderamiento de los cárteles y la manera de quedarse con todo el pastel. Julio firma su primer contrato con King como promotor, está feliz, lo que no sabe es que ha sido víctima de su propia inocencia e ignorancia pues el único que gana con esa firma es el “pelos parados”.
Blanca, una joven estudiante universitaria de periodismo, es fichada junto a Rubén, su maestro, por asistir a una protesta por el asesinato de un influyente columnista. Blanca es una apasionada de la política, pero el destino le tiene una mala jugada y la enfilará en el mundo de los deportes.
Julio le gana el título al “Azabache” Martínez y su carrera se eleva al cielo. Fajarse el cinturón de Campeón Mundial le despierta el deseo de conseguirlo todo, pero desconoce que a su alrededor también se fraguan las ambiciones de personajes que planean utilizar su carrera en beneficio propio y, por primera vez, es tentado por Ángel Gutiérrez quien lo llevará a un mundo totalmente desconocido por él en el que abundan las mujeres hermosas, el alcohol, las drogas y el poder, dejando en segundo plano al amor de su vida: Amalia, que ahora comprende, muy a su pesar, que su suegra tiene razón: para Julio primero está el box y luego el box.
