México está lleno de pequeños tesoros ocultos, lugares donde el paisaje sorprende y cautiva a cada visitante . Sin ir más lejos, en Guanajuato se encuentra uno de esos rincones que perfectamente podrían ser encasillados dentro de esta categoría. Quienes tienen la oportunidad de descubrirlo aseguran que su belleza es tan única que regresarían una y otra vez para disfrutar de sus vistas, su tranquilidad y el encanto que lo hace inolvidable.
Se trata de Mineral de Pozos, un lugar que parece haberse quedado congelado en el tiempo. Conocido como el “pueblo fantasma”, su historia mezcla abandono y renacimiento. La Secretaría de Turismo menciona que fue fundado en el siglo XVIII, primero fue hogar de tribus chichimecas, huachichiles, copuces, guaxabanes y pames, que recorrían estas tierras semidesérticas mucho antes de que llegaran los españoles.

Cuando los misioneros y soldados españoles pusieron un pie en la región, todo cambió: construyeron un fuerte para proteger la plata de Zacatecas, sin imaginar la riqueza minera que descansaba bajo sus pies. Con el auge del oro y la plata en los siglos XIX y principios del XX, surgieron minas y haciendas que hoy quedan en ruinas, pero que todavía guardan historias de misterio.
Aunque el pueblo fue abandonado en 1920, sus túneles, minas y antiguas haciendas todavía susurran leyendas y secretos del pasado. Quienes lo visitan quedan fascinados por sus paisajes semidesérticos, su arquitectura histórica y esa sensación de caminar por un lugar donde el tiempo decidió detenerse.
¿Cómo llegar a este pueblo de Guanajuato?
Llegar a Mineral de Pozos es más fácil de lo que imaginas. Está a solo una hora de San Miguel de Allende, 1 hora y 20 minutos de Querétaro, dos horas de Guanajuato o San Luis Potosí, y unas tres horas de Morelia. Perfecto para una escapada de fin de semana o una visita rápida, disfrutando del camino y preparándote para descubrir un pueblo lleno de historia y encanto.

A 2,270 metros de altura, Mineral de Pozos se disfruta mejor caminando por sus calles coloridas pero también repleta de secretos. Según México Desconocido su clima agradable, con unos 16º C y pocas lluvias, invita a explorar y probar sus sabores únicos: el colonche, bebida fermentada de chumbera roja; los escamoles, pequeñas larvas de hormiga; y, en temporada, los gusanos del maguey. Para algo más fresco o ligero, una ensalada de sandía o unas quesadillas de flor de calabaza caen perfectas.
Si tienes tiempo para recorrerlo, no te pierdas la Capilla de San Antonio de Padua, la Iglesia de la Santa Cruz y la histórica Mina de los Cinco Señores. También vale la pena pasear por el Jardín Juárez y visitar la Galería 6, donde el arte local le da un toque muy especial a esta aventura.
