Si te despiertas a la misma hora en las noches, podría significar algo crucial, según la medicina tradicional

Despertarse a la misma hora todas las noches no siempre es una coincidencia. Este patrón puede estar vinculado al ritmo circadiano, al estrés, a problemas digestivos o incluso a trastornos como la apnea del sueño.

Aunque en algunos casos no representa un riesgo, si la interrupción se vuelve frecuente o afecta tu descanso, podría ser una señal de alerta que merece atención.

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De acuerdo al Dr. Brandon Peters, especialista en medicina del sueño, para Verywell Health, una de las razones más comunes es que el cuerpo sigue un patrón de sueño consistente. Si siempre te duermes a la misma hora, es posible que tu organismo complete un ciclo de sueño —de aproximadamente 90 a 120 minutos— y se despierte en el mismo punto noche tras noche, especialmente al finalizar una fase REM.

Además, factores como el estrés, la temperatura ambiente, el ruido o el uso de dispositivos electrónicos pueden actuar como detonantes para que ese despertar ocurra de forma repetitiva.

El ritmo circadiano es un reloj biológico que regula el ciclo sueño-vigilia. Funciona en sincronía con la luz solar y controla procesos vitales como la temperatura corporal, el metabolismo y la liberación de hormonas.

Cuando este reloj interno se desajusta puede hacer que el cuerpo se despierte a horas específicas sin motivo aparente. Incluso si se duerme con un antifaz o en completa oscuridad, el cuerpo mantiene un horario interno que puede provocar esos despertares nocturnos repetitivos.

Entre las causas médicas más comunes están:

• Apnea del sueño: provoca pausas en la respiración durante la noche, lo que puede generar despertares con sensación de ahogo.
• Nicturia: necesidad de orinar varias veces durante la noche, asociada a problemas como diabetes, vejiga hiperactiva o insuficiencia cardíaca.
• Reflujo gastroesofágico (ERGE): al acostarse, el ácido del estómago puede subir por el esófago, provocando malestar.
• Trastornos de ansiedad: los niveles elevados de cortisol o presión arterial durante la noche pueden interrumpir el sueño.

Sí. El estrés es una de las principales causas de insomnio y despertares nocturnos. Cuando la mente se mantiene activa durante la noche, por preocupaciones, ansiedad o hiperalerta emocional, es probable que el sueño se interrumpa en momentos específicos.

Incluso sin un pensamiento consciente, el cuerpo puede responder con un aumento de la frecuencia cardíaca o una sensación de inquietud que hace que la persona se despierte bruscamente.

Sí. Con el envejecimiento, el sueño suele volverse más liviano y fragmentado. Los adultos mayores tienen una mayor prevalencia de trastornos como el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas.

Además, las alteraciones hormonales y la presencia de enfermedades crónicas pueden contribuir a que se despierten varias veces durante la noche.

Algunos hábitos cotidianos también influyen en los despertares nocturnos, entre ellos:

• Cenar tarde o consumir alimentos irritantes.
• Dormir con dispositivos electrónicos cerca (por luz o sonido).
• Exposición a ruido o cambios bruscos de temperatura en la habitación.
• Consumo excesivo de cafeína o alcohol.
• Uso de medicamentos que interfieren con el sueño, como diuréticos, antidepresivos o corticosteroides.

El Dr. Brandon Peters recomienda aplicar medidas de higiene del sueño para mejorar la calidad del descanso:

• Mantener horarios regulares para dormir y despertar.
• Evitar pantallas al menos una hora antes de acostarse.
• Cenar ligero y con tiempo.
• Crear un ambiente oscuro, silencioso y a temperatura agradable.
• Consultar con un especialista si los despertares son persistentes o afectan tu calidad de vida.