Leo en la vida
Dicen por ahí, que los hilos de luz que conectan nuestras alas con nuestra alma a veces pueden desgastarse un poco, rasgarse, esto, a medida que nos dejamos arrastrar por nuestra mente. Esa voz extraña que una vez que se instala, destila oscuridad y miedo.
Cada vez que eso sucede, nuestros ángeles están ahí para sostener nuestras alas, para susurrarle a nuestro corazón que recuerde nuestra verdadera naturaleza, nuestro verdadero propósito. Ellos hacen a través de nuestra voz interior e intuición, de diversas señales que nuestros hilos se hagan fuertes de nuevo y que sea nuestra luz propia la que emerja de entre las sombras.