Un estudio reciente, liderado por un estudiante de doctorado de UC Davis y publicado en la revista científica Ecosphere, ha revelado detalles sorprendentes sobre los hábitos alimenticios de un depredador local en California, desmintiendo viejos mitos y encendiendo nuevas preguntas entre los residentes.
El hallazgo ha provocado intensos debates en la comunidad, donde más de 100 personas hicieron fila para expresar su preocupación sobre el impacto de estos animales en sus vecindarios. Entre las inquietudes, se destacó el temor por la seguridad de niños y mascotas, así como el creciente interés por comprender el comportamiento único de estos carnívoros.
Las respuestas ofrecidas por el investigador no solo han aclarado conceptos erróneos, sino que también han dado un giro inesperado a la percepción de esta especie nativa.
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¿De qué animal californiano se trata y cómo fue llevado a cabo el análisis?
El protagonista de este estudio es el coyote, un habitante inesperado de las zonas urbanas de San Francisco, California. Entre septiembre del 2019 y abril del 2022, investigadores de la UC Davis, liderados por el universitario Tali Caspi, analizaron 707 muestras de excremento recolectadas en lugares tan diversos como campos de golf, vecindarios y cementerios.
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Armada con Google Maps y una riñonera, Caspi rastreó estas pruebas por toda la ciudad. En el laboratorio, su equipo aplicó un avanzado método de metabarcoding de ADN y descubrió que el 78% de la dieta de los coyotes incluye alimentos de humanos.
Las áreas más estudiadas, como Coit Tower, St. Francis Wood y Bernal Hill, destacaron por su menor cantidad de espacios verdes, lo que resalta cómo este animal se adapta a los entornos urbanos más densos.
¿Cómo es la conducta fascinante de este animal frecuente en San Francisco?
Según la investigación, su alimentación incluye comida de humanos, con detecciones frecuentes de pollo, cerdo, e incluso pescado, como salmón. Aunque no se puede precisar si estos alimentos provienen de desechos, restos de comida rápida o banquetes intencionales, su presencia refleja la influencia directa de las actividades humanas.
Además, los pequeños mamíferos, como ratas negras y ratones domésticos, forman una parte importante de su dieta, especialmente en áreas con más restaurantes, como North Beach y Mission District.
Curiosamente, también muestran preferencias individuales: algunos tienen afinidad por ciertas presas, como los zorrillos, mientras que otros exploran el entorno costero.
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Estos hallazgos no solo destacan la capacidad de los coyotes para adaptarse a entornos cambiantes, sino también el impacto que los humanos tienen en sus hábitos alimenticios. En California, esta convivencia entre naturaleza y urbanismo ofrece una mirada única a cómo las especies nativas se reinventan para sobrevivir.
