Falta cada vez menos para que entre en vigor en Texas la ley SB4, la norma antiinmigración más dura que se ha promulgado en Estados Unidos y que el gobernador de ese estado, Greg Abbott, aprobó en diciembre como parte de un paquete de reformas para contribuir a la seguridad fronteriza.
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Esta ley convierte en delito estatal la entrada irregular de personas al territorio y permite a las autoridades locales arrestar y deportar migrantes. Además, complementa a otra normativa que también se aprobó en diciembre y que eleva las penas a los traficantes que son encontrados ayudando a migrantes a cruzar la frontera entre México y Texas para que ingresen a Estados Unidos.
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Lo que cambia en Texas con la ley SB4
Con esa nueva normativa, que entrará en vigencia en marzo, se penalizan los ingresos ilegales a Texas y se convierten en un delito estatal. Al ser un delito, esto le permite a los policías detener y deportar migrantes. Las autoridades pueden arrestar a una persona por su apariencia, simplemente por sospecha. La ley autoriza a jueces estatales a ordenar la expulsión de migrantes a México.
Además, por medio de esta norma, el gobierno de Texas podrá invertir 1,500 millones de dólares para construir su propio muro fronterizo. Y permite que se asignen entre 20 a 30 millones de dólares de los impuestos que pagan los residentes de Texas por 1.6 kilómetros para construir el muro.
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Los migrantes que sean detenidos tras la entrada en vigencia de esta ley podrán ir al Centro de Procesamiento de El Paso, en la frontera con México, uno de los 51 lugares en el país al que van quienes cometen delitos migratorios y también quienes va a ser deportados a sus países de origen. La instalación de máxima seguridad tiene una capacidad de alojamiento para 1,000 reclusos y cuenta con nueve plantas de viviendas, tres de las cuales están destinadas a viviendas para mujeres.
