Los problemas familiares y de comunicación en el hogar siguen siendo una de las principales causas de desintegración familiar.
Problemas que si no se atienden a tiempo, pueden generar muchos conflictos que afectan el desarrollo de los menores y descomponen el entorno social.
Para los especialistas en el tema, es fundamental fomentar una correcta comunicación con nuestros hijos y lograr compartir emociones de forma asertiva.
Pero ¿Cómo conseguirlo?
Una de las mejores maneras de promover una educación eficiente es a través de actitudes y comportamientos. Es fundamental hablar con los hijos y ser capaces de transmitirles nuestras ideas claramente. Este esfuerzo comienza desde la infancia y se extiende durante toda la niñez.
Algunas pautas básicas pueden ser:
- Explicar las razones que tenemos para oponernos a algo.
- Elogiar más que castigar y evitar comentarios hirientes.
- Criticar o corregir los fallos pero nunca la persona (por ejemplo, hay que evitar frases como: “Eres un desastre").
- Explicar exactamente lo que deben y no deben hacer cuando se les pide algo.
- No dar falsas esperanzas.
- Analizar qué hace y por qué lo hace. Es mejor saber antes de prohibir o desalentar una conducta concreta.
- Usar los silencios. Puede ser más efectivos que las palabras a destiempo.

La familia sigue siendo la base de la sociedad y es el sitio donde aprendemos los valores fundamentales que nos guían en la vida. Dentro de ella debemos tener una mejor comunicación y brindar herramientas útiles a nuestros hijos para que sean mejores seres humanos
Paulina Amozorrutia, experta en Asesoramiento Educativo Familiar, explica en tres puntos la importancia de ser “Padres firmes, para tener hijos fuertes”:
1. Llena su maleta de disciplina y hábitos.
Es decir, ellos traen atrás una mochila o una back pack, y ¿sabes?, tú no se las vas a poder cargar siempre. Deja de pensar en darles cosas materiales, lo que les tienes que inculcar en ellos son hábitos, fuerza, costumbres, conocimiento.
2. Pocas normas pero firmes.
Dialoga con tus hijos, aunque sean pequeños, pon reglas claras y síguelas siempre.
3. La autoestima no se hace de elogios sino de logros.
Si tú resuelves todo a tus hijos lo que van a creer es que no son suficientemente listos para hacerlo ellos mismos. En cambio, si hacen pocas cosas y tú las valoras van a tener una autoestima alta.
Esperamos que esta información te sirva para llevar una mejor comunicación con los menores. Si tienes dudas o conflictos no dudes acudir a un especialista, recuerda que la prevención siempre será una gran herramienta.
Platica, cuida y disfruta con tu familia
Vive feliz, Vive Sin Drogas
Fuente:
Paulina Amozurrutia / Asesoramiento Educativo-Familiar
https://www.abc.es/familia/educacion