En una época donde la emergencia climática se vuelve cada vez más ineludible, hay momentos que devuelven la esperanza. Este 13 de mayo, el Bosque de Chapultepec fue testigo de uno de ellos: la ceremonia de entrega del Premio Nacional Amanda Rimoch a la Educación Ambiental 2025, una iniciativa que celebra 22 ediciones reconociendo a jóvenes estudiantes de secundaria por su compromiso con el cuidado del planeta.
Organizado por Laboratorios Liomont, Fundación Liomont y la Junior League de la Ciudad de México, I.A.P., el premio no solo entrega recursos económicos, sino también visibilidad a proyectos que nacen desde lo local, pensados, diseñados y ejecutados por adolescentes que han decidido actuar frente a los desafíos ambientales de su entorno.

Este año, el primer lugar fue otorgado a la Escuela Secundaria Técnica Agropecuaria N.º 34 “Ing. Luis V. Massieu”, ubicada en Tláhuac, Ciudad de México. Su proyecto, “Por una escuela sustentable”, demostró cómo es posible transformar el espacio educativo en un ejemplo vivo de conciencia ecológica, involucrando a toda la comunidad en acciones concretas para reducir residuos, optimizar recursos y generar una cultura verde desde el aula.
El segundo lugar se fue a Aguascalientes, a la Escuela Secundaria General N.º 6 “José Guadalupe Posada Aguilar”, con su iniciativa “Re-Agua Verde: Recupera, reutiliza, recicla, reforesta para educar con conciencia regando ecológicamente”. Un proyecto integral que pone el agua —recurso cada vez más escaso— en el centro del diálogo educativo, y que logra combinar educación ambiental, acción directa y regeneración comunitaria.
Desde Malinalco, Estado de México, la Secundaria Viva Ameyalli obtuvo el tercer lugar gracias a “¡Ama tu Río!”, una propuesta de acción ambiental comunitaria que no solo busca rescatar un cuerpo de agua local, sino también fortalecer los lazos entre los habitantes del lugar a través del respeto por su ecosistema. Un recordatorio de que la defensa de la naturaleza comienza con el amor por lo propio.

La Mención Honorífica fue para la Telesecundaria Federal Leonardo de Vinci de Acatzingo, Puebla, que presentó “Leonardo, Ingenioso Transformador”, un proyecto creativo y funcional que toma inspiración del pensamiento científico para diseñar soluciones prácticas que ayuden a mejorar el entorno escolar. Una muestra más de cómo la innovación no tiene edad, y el ingenio florece donde hay motivación y guía.
Durante la ceremonia, se sintió una energía única. Padres, maestros, directivos y estudiantes compartían un mismo orgullo. También estuvieron presentes figuras clave como el Ing. Alfredo Rimoch, Director General de Laboratorios Liomont, y Sylvia Rimoch, Directora de Fundación Liomont, junto con Lucía Rodríguez, Presidenta de la Junior League y el Lic. Césari Rico Galeana, Director Técnico de la Dirección General de Educación Secundaria Técnica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quienes destacaron la importancia de seguir apostando por la educación como herramienta de transformación.
La ceremonia fue mucho más que un evento de premiación. Fue un llamado a no rendirse. A reconocer que en cada escuela hay semillas de cambio. Que en cada estudiante puede surgir una voz que cuestione, proponga y actúe. Y que, en un país tan diverso como México, la educación ambiental no debe ser una excepción, sino una prioridad transversal.
Porque formar ciudadanos conscientes no es un lujo: es una necesidad. Y si algo quedó claro este 13 de mayo, es que hay toda una generación lista para hacerse cargo.