Cinquenta y un años después del oro olímpico

Felipe ‘El Tibio’ Muñoz recuerda el momento que tocó la gloria en los Juegos Olímpicos de México 1968. Te contamos su histórica actuación.

Felipe Muñoz
Competencias

Ciudad de México.- En México durante el año 1968 ocurrieron sucesos políticos, sociales, culturales y deportivos que marcaron la historia de una nación. ‘El Tibio’ contribuyó.

Momentos de luto se vivían en México, los disparos que protagonizaron la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en el Distrito Federal el 2 de octubre de 1968 aún tenían eco. Diez días después el fuego de los Juegos Olímpicos se encendió en el estadio de Ciudad Universitaria, ante la mirada de un pueblo con esperanza, atento a la décima novena edición de la historia moderna.

Es 22 de octubre ―que tampoco se olvida― de 1968, un nadador mexicano se aproxima al cuarto carril de la alberca olímpica ‘Francisco Márquez’, su nombre: Felipe Muñoz Kapamas. La tribuna luce llena y ‘El Tibio’ como le dicen, se alista para los 200 metros pecho.

Sentado frente al carril donde consiguió la medalla de oro y la gloria olímpica con 17 años, recuerda ese momento ‘como si hubiese sido anoche’ […] ‘Exactamente aquí, estaba yo parado’, su voz lo delata emocionado.

Felipe Muñoz

La barba blanca que enmarca su rostro refleja el paso del tiempo; chamarra, pantalón, zapatos negros y camisa azul cubren al ex nadador de 68 años que mira con nostalgia el sitio que marcó su vida: ‘Este es el carril en donde pude ganar, es el carril donde logré mi sueño’, dice cincuenta y un años después.

Las brazadas de aquella noche se convirtieron en una batalla acuática entre él y el soviético Vladimir Kosinsky que se mantuvo durante 175 metros adelante. Muñoz aceleró, rebasó y ganó. Lo dejó todo. ‘Estas instalaciones cambiaron mi vida’, dice a la orilla de la alberca.

El escándalo amplificado por la resonancia del lugar, las porras para Felipe, los gritos de ¡México, México! la medalla colgada, el himno nacional y el lábaro patrio en lo alto aderezaron el momento que trascendió en la historia deportiva del país.

Felipe

‘En 1963 cuando México logró la sede de los Juegos Olímpicos yo era un niño de once años, como yo, muchos soñábamos que podíamos competir por el país en unas olimpiadas, yo era un niño soñador como creo que todos los que estuvimos en la justa”.

Cuenta que como muy pocos en la historia de los Juegos Olímpicos, tuvo el privilegio de competir en su ciudad, en su colonia ‘en mi barrio’ relata que por aquellos años vivía a diez calles de la alberca que lo vio triunfar ‘imagínense la oportunidad que se presentó, la suerte que tuve para que eso pasara’.

Lo que consiguió ―la única medalla de oro en natación para México en unos Juegos olímpicos― no se ha repetido desde entonces debido a la falta de oportunidades que jóvenes deportistas mexicanos padecen actualmente respecto a otros países.

‘No sirve de nada si tienes mucho talento y aptitudes físicas y no hay instalaciones deportivas cerca de donde vives, si no hay programas de apoyo para el desarrollo deportivo, si tus padres no te apoyan para lograr tus sueños, si los entrenadores no están capacitados; se juntan muchas cosas que yo les llamo: oportunidades’, comenta en tono serio.

Evidencia que en la actualidad los nadadores que han destacado en el país reciben poco apoyo del gobierno federal, asevera sin dudar que ‘el apoyo principal son los padres’.
‘La familia es la que te impulsa, es la que te hace buscar tu sueño y está contigo todo el tiempo, la familia es el punto más importante, de nada sirve que tengas muchas facultades si tus padres no te impulsan’.

Constante en la mente del medallista olímpico, su familia, que significa la base de su disciplina, sinónimo de lucha, de esfuerzo, de no claudicar, de consuelo. ‘Todos los deportistas al inicio siempre perdemos, tu familia es la que fortalece para continuar’.
‘El Tibio’ con emoción, suspira, pasa saliva, parpadea, mira al horizonte y agradece a los suyos.

‘Muchas gracias a todos, a mi mamá principalmente que era quien más se fajó, mi papá también, a mis hermanos porque siempre me impulsaron, a mis tíos, a mis primos, a todos, sin su apoyo yo no hubiera logrado nada’, hace una pausa.
Para México el año 2019 ha traído cambios deportivos, momentos de crisis, Muñoz Kapamas consciente de su presente explica lo que se vive en el país.
‘Yo espero que el gobierno se dé cuenta que se requiere de su apoyo y no como ellos pueden pensar con más recursos, una de las cosas por las que he luchado y no he podido lograr es hacer que las aportaciones al deporte sean deducibles de impuestos, como lo es en muchas partes del mundo, eso ayudaría al desarrollo del deporte’ asegura y afirma que es una de sus próximas metas.

El Tibi

El reloj de fondo ―inservible por el paso de los años― que atestiguó la marca de 2 minutos 28 segundos y 7 centésima con las que ‘El Tibio’ trascendió, sigue en lo alto al fondo de la alberca olímpica, oxidado, al igual que los ventiladores que dan acceso a las palomas que de vez en cuando vuelan dentro de las instalaciones mientras los usuarios perfeccionan el nado de crol, dorso, mariposa o pecho emulando al ganador del oro olímpico.

A dos años de cumplir 70 de vida, ‘El Tibio’, describe su presente con ímpetu, satisfecho de lo que consiguió en la alberca hace más de medio siglo con base en trabajo y entrenamiento diario.

‘Ya soy un viejo de sesenta y ocho años, mucho más tranquilo en todo, sigo mucho las actividades deportivas, me gusta mucho el esfuerzo humano, soy muy nacionalista, busco siempre las páginas deportivas’ reitera sonriente con el eco de fondo en el que se mezclan los sonidos del agua, las brazadas y las indicaciones de los entrenadores a sus pupilos.

El próximo año millones de personas en el mundo estarán pendientes del desarrollo de los Juegos olímpicos Tokio 2020, para Felipe Muñoz es una nueva oportunidad para los nadadores mexicanos de trascender a nivel mundial.

‘En los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018 nos fue muy bien, por primera vez en mucho tiempo ganamos el primer lugar superando a Cuba, superando a Colombia, países que invierten más que México en sus deportistas, es la verdad; en los Panamericanos el tercer lugar es magnífico y en los Juegos Olímpicos ojalá se continúe así’. ‘Es el último cincuenta del doscientos’, así lo define, ‘es el último jalón’, sonríe.

Felipe Muñoz

Las nuevas generaciones de nadadores en formación son el futuro inmediato de la disciplina acuática que suplica resultados olímpicos, ‘El Tibio’, con mucha calidez ve en ellos la esperanza de catapultar el nado olímpico mexicano.
‘Sus sueños se pueden hacer realidad, que no piensen que como me pasaba a mí, me decían tú estás muy flaco no vas a poder ser campeón olímpico, me decían mis amigos, estás loco, estás flaco, eres mexicano, a eso no le hagan caso’, pide, ‘escuchen su interior para lograr sus sueños’.

La alberca olímpica ‘Francisco Márquez’ recibe actualmente a más de 13 mil usuarios por semana, el lugar huele a historia y aunque ha sufrido remodelaciones aún son visibles las paredes que guardan los ecos de aquel 22 de octubre de 1968 en el que México se emocionó y festejó la victoria de Felipe ‘El Tibio’ Muñoz.

Reportero: Samuel Estrada
Fotografía: Alberto Rojas.

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