En medio del caos y la devastación provocados por la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa, en el puente de La Concordia, emergió otra figura heroica, la de Erick Vicente Acevedo, el conductor del microbús que quedó envuelto por la nube de gas instantes antes del estallido. Según testimonios de sus familiares, su rápida y valiente acción fue crucial para salvar la vida de los pasajeros a bordo, un acto que hoy lo tiene luchando por su propia vida en un hospital, con más del 90% de su cuerpo con quemaduras.
¿Qué sucedió el 10 de septiembre de 2025, en Iztapalapa?
El fatídico incidente, ocurrido el pasado 10 de septiembre en la alcaldía Iztapalapa, dejó una estela de destrucción y dolor, pero también ha permitido conocer historias de extraordinaria valentía. Una de ellas es la de Acevedo, quien, al percatarse de la densa fuga de gas que envolvía su unidad de la Ruta 14, no dudó en actuar para proteger a quienes transportaba.
. @igarciabri nos informa desde el Hospital Rubén Leñero, donde luchan por su vida varios de los heridos del desastre en el puente de La Concordia, en #Iztapalapa.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) September 16, 2025
Entre ellos está Erick, quien a pesar de las graves quemaduras, ayudó a salvar vidas. Con más del 90% del cuerpo… pic.twitter.com/SISCtg3UqV
Relatos de su hermano, construidos a partir de videos y testimonios de sobrevivientes, indican que Erick Vicente abrió de inmediato las puertas del vehículo para que los pasajeros pudieran evacuar y ponerse a salvo. Su compromiso con la seguridad de otros fue tal que, al observar que algunas personas se encontraban en estado de shock e inmóviles ante el peligro inminente, regresó para instarlos a descender y correr por sus vidas.
Esta acción desinteresada le costó un tiempo vital. La subsecuente explosión lo alcanzó de lleno, provocándole quemaduras de extrema gravedad en la mayor parte de su cuerpo. Tras el siniestro, y en medio de la confusión, Acevedo fue trasladado de urgencia al Hospital Rubén Leñero, donde ingresó en estado crítico. Durante varias horas, permaneció sin ser identificado hasta que sus compañeros de ruta y familiares, en una angustiosa búsqueda por distintos nosocomios, lograron reconocerlo gracias a un distintivo tatuaje de un rosario en su mano izquierda.
Actualmente, el pronóstico de Erick Vicente Acevedo es reservado. Su familia espera un milagro mientras se aferran al orgullo de su heroísmo. Su esposa, Sharon Segura, ha confirmado la valiente intervención del conductor, destacando que su prioridad fue siempre la de resguardar a su pasaje. La historia de Acevedo se ha convertido en un símbolo de sacrificio y humanidad en medio de una de las tragedias más impactantes de los últimos tiempos en la capital, recordando que, incluso en los momentos más oscuros, la valentía de un individuo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para muchos.