“No había agua para su tratamiento": Don Porfirio habla sobre la muerte de su esposa al vivir sin agua

Otoniel Martínez conversa con Miriam Silvia y don Porfirio sobre como la escasez de agua en Ecatepec influyó en la muerte de su esposa que padecía cáncer.

Por: Gabriel Sirnes

Durante el tercer día del reto “Día Cero” al que se sometió Otoniel Martínez y que consistía en vivir sin agua por 5 días, tuvo la visita de Miriam Silvia y don Porfirio Patlán para hablar sobre el grave problema de escasez de agua que vive Ecatepec.

Vivir sin agua es el pan de cada día en Ecatepec desde hace 5 años

Miriam Silvia es una abogada que por medio de la asociación “Tu voz es mi voz” ayuda a miles de familias en Ecatepec que no pueden acceder a su derecho al agua. Ella es una heroína anónima que ha enfrentado al sistema y ha visto que sí hay agua, pero se la están robando.

La acompaña don Porfirio Patlán, víctima de las injusticias sociales, que vivió un viacrucis cuando su esposa enfrentó al cáncer en plena escasez de agua, lo que la afectó de una manera irreversible.

La falta de agua puede matarnos

La asociación lleva el caso de 6 mil casas actualmente, sin embargo, hay casos como los de Don Porfirio Patlán en el que su esposa, que sufría cáncer de mama, no podía ni siquiera tener un tratamiento higiénico en casa para sobrellevar la enfermedad.

Desde 2020 no tenían agua en la red pública de Ecatepec, por lo que tuvieron que recurrir a comprarla, no obstante, también escaseaba. Cabe resaltar que en algún momento el agua comenzó a salir amarillenta, y como consecuencia don Porfirio sufrió de sarpullido.

Es así que desde que comenzó a faltar el agua, su vida cambió y tuvieron que reutilizar el agua del baño y de la lavadora, y esto aunado a la pandemia de Covid-19 que exigía lavarse las manos 3 veces al día. ¿Cómo lavarse las manos si no había agua?

Desafortunadamente, la esposa de don Porfirio murió, y aunque la causa principal fue el cáncer, la falta de acceso a agua de calidad influyó muchísimo en la forma en que pudo enfrentar esta enfermedad.

El señor Porfirio no quiere que las demás personas pasen por lo que él y su esposa vivieron, ya que es consciente de que no tenemos la educación para usar el agua y, cuando la tenemos en abundancia, no medimos las consecuencias de usarla en exceso.

El sistema judicial federal es insensible

Si bien, con los amparos interpuestos por Miriam Silvia el agua comenzó a llegar a ciertos sectores, las autoridades siguen sin hacer nada por respetar el derecho al agua. Dicen que no hay agua, pero enfrente la venden a precios elevados.

Además, el personal encargado de cuidar y administrar este recurso mide el agua con un palo de escoba, lo que evidencia que ni siquiera saben cuánta agua hay en nuestro municipio, comenta Miriam Silvia.

Es triste ver como los tinacos de las azoteas tienen candados para que entre los vecinos no se roben el agua. Ante esto, el sistema judicial federal no tiene la sensibilidad para entender lo que viven los ciudadanos día con día.

Por último, durante la parte final de la entrevista con Otoniel Martínez, Miriam Silvia menciona que hay municipios como Tlalnepantla que hoy están viviendo la realidad de Ecatepec de hace cinco años.

Por lo que hace falta urgentemente una política que se haga cargo correctamente de la administración del agua junto con gente competente. Además de que las personas comencemos a tomar consciencia y acción para cuidar el agua.

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