La afirmación fue contundente. El INE se ha convertido en una especie de Santa Inquisición Electoral.
“Debería rechazarse que se erijan como ese gran censor y se atrevan a alterar las palabras pronunciadas del Presidente de la República para tratar de censurarlo”, advirtió Eurípides Flores.
El representante de Morena se refiera a la doble censura contra el presidente que ordenó el INE a través de la influyente Comisión de Quejas del INE.
La Comisión de Quejas, compuesta por tres de los 11 consejeros, en solo unos días determinó silenciar en dos ocasiones al presidente.
La segunda cuando el mandatario quiso aclarar que sus dichos sobre Xóchitl Gálvez fueron tergiversados por el propio INE.
Los consejeros dicen que solo aplican la ley
“No se trata de censura sino de hacer valer el mandato constitucional”, asegura el consejero del instituto, Jaime Rivera.
Sin embargo, el INE en múltiples ocasiones ha ido más allá de ese mandato. Y ahora supervisa todo lo que se dice y hace.
Recientemente a los aspirantes del frente amplio, como a Creel o a Xóchitl Gálvez les ordenó bajar mensajes en sus redes sociales por manifestar que aspiraban a contender por la presidencia.
Pero ese espíritu controlador va más allá de partidos y aspirantes.
El INE aprobó el viernes pasado una carta de buena conducta para periodistas y medios de comunicación.
Una serie de lineamientos para la cobertura informativa de la contienda electoral.
“Entre las nuevas recomendaciones y derivado de la consulta que se hizo, se sugiere a los medios que refuercen la capacitación de su personal para que apliquen una perspectiva interseccional en su labor periodística”, afirmó la consejera Dania Ravel.
El INE insiste en que está obligado por la ley. Y va al incluso al terreno de las redes sociales.
“Y también entre el 1º y el 5 de junio se envió un oficio a plataformas digitales más importantes para ver el tema o cómo combatir en tema relacionado con las fake news, las noticias falsas; es decir, se remitió las representaciones de Google, Meta, Twitter, TikTok y así como a la Asociación Latinoamericana de Internet”, propone Carla Humphrey, consejero del INE.
Así que un INE y su espíritu “metomentodo” no solo está callando a políticos.
Su manto censor amenaza con extenderse a todo lo que este a su alcance.
Un hecho preocupante porque al limitar la libertad de expresión también se viola el derecho a estar informado y a que la sociedad se forme un criterio propio.
