Poco más de un centenar de animales, algunos de ellos sin vida, han sido confiscados del zoológico Natural Bridge, localizado en el oeste de Virginia, Estados Unidos.
Las autoridades locales realizaron una orden de registro en el lugar citado ayer sábado 9 de diciembre, en donde hallaron a 89 animales vivos y 28 cadáveres de animales. Todos ellos fueron incautados, señaló el diario local Roanoke Times.
Victoria LaCivita, directora de la oficina de comunicación de la Fiscalía local, señaló que, aunque no podía dar más detalles del caos por ser una investigación en curso, al menos un tigre debió ser sometido a eutanasia con autorización “de los dueños para terminar su sufrimiento de forma humanitaria, con recomendación de un veterinario especializado”.
¿Cómo comenzaron a investigar al zoológico?
La investigación contra el zoológico Natural Bridge en el condado de Rockbridge, Virginia, comenzó con una persona que entró a trabajar a dicho lugar y quien después se convirtió en informante confidencial con las autoridades.
El sujeto quien laboró como Debbie Morgensen, dueña del lugar, realizando labores de jardinería durante los meses de marzo a octubre de este año. Mientras trabajaba, la persona registró sus conversaciones, además que documentó las condiciones de los animales y los lugares donde estaban.
Entre los casos que documentó el informante está el de un elefante llamado Asha. El cuidador del paquidermo, Mark Easley, le advirtió que era importante ganarse el respeto del guardián de cualquiera de los animales del zoológico , para lo cual le recomendó al informante que les pinchara donde “el hueso está cerca de la carne”.
Posteriormente, El cuidador del elefante le confesó que la única razón para golpear al animal es para intimidarlo y des descartó como amigo del animal, ya que se ve únicamente como “su jefe y el respeto se gana a través del miedo”.
Otros testimonios sobre las condiciones de los animales señalan que Asha dormía sobre su propia orina, la encadenaban cuando estaba desatendida, así como que le daban baños fríos, mientras que para tratar a aliviar su estrés, el elefante sólo se balanceaba y mecía de un lado al otro.