El Departamento del Tesoro de Estados Unidos encendió las alarmas al emitir una nueva alerta para instituciones financieras, con el objetivo de identificar patrones de lavado de dinero provenientes de redes chinas que estarían directamente vinculadas con cárteles de la droga mexicanos.
De acuerdo con la Red de Control de Delitos Financieros, estas estructuras clandestinas se han convertido en un eslabón clave en el financiamiento del narcotráfico transnacional, utilizando canales legales y estudiantes reclutados como fachada para mover miles de millones de dólares.
Estados Unidos alerta: ¿cómo operan las redes chinas de lavado de dinero?
Según la dependencia del Tesoro, estas organizaciones utilizan estudiantes chinos en universidades estadounidenses para abrir cuentas bancarias y realizar transferencias sospechosas, incluso se dice que muchos de ellos continúan participando incluso después de graduarse, lo que amplía la red de complicidad.
Las señales de alerta incluyen clientes que se identifican como “estudiantes, jubilados o amas de casa”, pero que poseen patrimonios inexplicables. Estas personas suelen mover dinero a través de transferencias bancarias destinadas a la compra de inmuebles o adquieren cheques de caja a nombre de terceros.
Estados Unidos contra transacciones en efectivo de alto volumen
Con la nueva alerta, se pretende fortalecer la detección temprana de operaciones sospechosas, especialmente aquellas relacionadas con la compra de propiedades, transferencias internacionales y transacciones en efectivo de alto volumen.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió que estas redes no solo apoyan a los cárteles mexicanos, sino que también participan en otros esquemas de lavado de dinero que amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos y la integridad del sistema financiero global.
¿Qué impacto tiene esta alerta de Estados Unidos en México?
El vínculo entre redes chinas y cárteles mexicanos refleja un grado de globalización del crimen organizado sin precedentes. El dinero ilícito no solo fortalece a los grupos criminales, sino que también penetra sectores como el inmobiliario y el bancario, dificultando su rastreo.
La gran pregunta es: ¿podrán las autoridades frenar un sistema de lavado tan sofisticado, o los cárteles encontrarán nuevas rutas para seguir moviendo su dinero ilícito?