La Cámara de Comercio de los Estados Unidos y el Consejo CCE anunciaron la formación de una alianza para abordar los desafíos migratorios en la frontera.
Con el apoyo de sus compañías socias, la Cámara y el CCE ayudarán a ambos gobiernos a diseñar soluciones que mitiguen la escalada de la crisis migratoria, y a implementar una hoja de ruta estratégica en el plazo inmediato.
Se comprometieron a fomentar la relación económica entre EE. UU. y México y favorecer más comercio, no aranceles.
La imposición de aranceles a México, afirmaron, no ataca las causas fundamentales de la migración y pone en peligro nuestros intereses económicos compartidos.
Coincidieron en que los gobiernos de los Estados Unidos y México deben trabajar junto con sus comunidades empresariales y sus contrapartes del Triángulo del Norte para resolver la crisis actual.
La alianza establecerá un grupo de trabajo público-privado dedicado a formular y promover propuestas concretas y mesurables para reducir la migración en el corto plazo, mediante el impulso al desarrollo regional y la inclusión.
El grupo de trabajo identificará y buscará financiamiento para proyectos clave de infraestructura y desarrollo.