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Entre batutas y notas: Así es la vida de un director de orquesta

¿Cómo es la vida de un director de orquesta moderno? Te contamos el camino del maestro Gerardo Urbán, quien dirige la Orquesta Filarmónica de Toluca desde 2009.

Gerardo Urbán transforma la figura del director de orquesta con conciertos que conectan al público y rompen moldes clásicos.
Gerardo Urbán, director de la OFIT, haciendo su entrada mientras toca al piano November Rain.|FIA
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La música clásica está rodeada de estereotipos que han desvirtuado su razón de ser. Para mal, la gente la ve como algo pretencioso, reservado para las élites o para los expertos capaces de entender nota a nota. Para bien, hay quienes se han esforzado por romper con esas ideas, argumentando que las óperas o las sinfonías son el vivo ejemplo de la creatividad sensible del hombre, algo sobrenatural.

Horas antes del concierto, cerca de 80 músicos ensayan en el escenario del Teatro Morelos de Toluca. Será una presentación más de la Orquesta Filarmónica de Toluca, que en esta ocasión tocará un repertorio de clásicos, pero no precisamente de Mozart, Stravinsky o Wagner, sino del rock en inglés y español.

Gerardo Urbán transforma la figura del director de orquesta con conciertos que conectan al público y rompen moldes clásicos.
El Teatro Morelos de Toluca es uno de los escenarios de la Orquesta Filarmónica de Toluca.|FIA

Mientras el ensayo se da, a las afueras hay una larga fila de personas, que por las lluvias veraniegas, se hacina bajo los portales que rodean el teatro mexiquense. Con todo y el clima, que muchas veces arruina planes, el teatro se llenó por completo, incluso unas cuantas personas se sentaron en las escaleras del segundo nivel.

November Rain da la bienvenida a los asistentes al concierto

Una voz femenina da la tercera llamada, y a la una en punto la orquesta empieza a tocar los primeros acordes de November Rain, mientras del escenario emerge un piano de cola hábilmente tocado por Gerardo Urbán y Fernández, director de la Orquesta Filarmónica de Toluca. Al ir subiendo, la gente identifica y aplaude al maestro, quien para la ocasión, cambió el smoking por una playera de Guns N’ Roses, unas mangas tatuadas y jeans oscuros.

Gerardo Urbán transforma la figura del director de orquesta con conciertos que conectan al público y rompen moldes clásicos.
Gerardo Urbán, director de la OFIT, haciendo su entrada mientras toca al piano November Rain.|FIA

Terminado el acto de apertura, el hombre de cincuenta años deja el piano para pararse en su podio, el lugar que ha ocupado desde 2009, cuando fundó la OFIT. Durante las siguientes dos horas, batuta en mano, dirige a los músicos con movimientos unas veces envolventes y otras, explosivos, presenta a los cantantes invitados, agradece a los patrocinadores, explica la importancia de las canciones del repertorio, voltea de cuando en cuando a ver al público, y les invita a aplaudir o a cantar, dependiendo el momento.

30 horas de ensayo a la semana: Lo que hay detrás de un concierto de la OFIT

El concierto fue un éxito más para la OFIT, reflejo de las más de 30 horas de ensayo empleadas en dos semanas. ¿Cómo se llega a eso? Además del talento y disposición de cada artista, también está la capacidad de quien dirige y organiza desde los ensayos hasta la última nota en el concierto.

Gerardo Urbán transforma la figura del director de orquesta con conciertos que conectan al público y rompen moldes clásicos.
El maestro Gerardo Urbán previo al concierto de rock sinfónico.|FIA

Al fondo de la Biblioteca José María Heredia, ubicada en la entrada principal de Toluca, está la oficina del maestro Gerardo Urbán. El recorrido por el recinto está impregnado del aroma de los libros antiguos y la madera de los escritorios y libreros. Al llegar al final del pasillo, se encuentra una sala amplia y bien iluminada, donde un piano de cola domina la escena, y numerosos reconocimientos, tanto individuales como de la orquesta, adornan una de las paredes.

¿Quién es el maestro Gerardo Urbán?

Él se encuentra en su escritorio; un hombre serio pero amable, nacido en una de las familias con más tradición musical en el Estado de México. La relación con el ritmo, las armonías, las melodías y su ascendencia data desde hace más de un siglo, viviendo inolvidables experiencias como la de Mardonio y Víctor Manuel Urbán, bisabuelo y abuelo de Gerardo, que acompañaron por dos años a Emiliano Zapata por gran parte de la entidad en las épocas revolucionarias. “Lo interesante de esto es que Zapata también les pidió que en cada pueblo que fueran, formaran una banda de música y si había una, tenían que ayudarles a tener buen nivel”, platica el maestro Urbán.

Gerardo Urbán transforma la figura del director de orquesta con conciertos que conectan al público y rompen moldes clásicos.
Maestro Gerardo Urbán y Fernández, director de la Orquesta Filarmónica de Toluca.|FIA

Y aunque estaba destinado a seguir con la tradición familiar, lo cierto es que hubo un momento en el que intentó dedicarse a algo ajeno a la música, “cuando le dije a mis papás que quería estudiar medicina, fue un shock para ellos, pero al poco tiempo me di cuenta que eso no era para mí”, recuerda entre risas, y justifica el episodio con un acto de rebeldía.

Así es el camino para los directores de orquesta

Pero, ¿cómo se llega a ser director de orquesta? Primero es necesario dominar virtuosamente al menos un instrumento, el piano para Urbán fue el más adecuado por su versatilidad; después, como arquitecto -al menos uno bueno- que debe conocer cómo se hace una casa desde los cimientos, estudió para ser compositor y así entender las entrañas de una obra musical. Finalmente, una maestría en dirección donde la formación abarca desde lo técnico hasta lo psicológico, pues “ya vas a estar delante de 100 personas, y debes aprender a aplicar todo lo que sabes, determinar cuáles son las mejores soluciones y hacer todo con la suficiente autoridad moral”.

Gerardo Urbán transforma la figura del director de orquesta con conciertos que conectan al público y rompen moldes clásicos.
La OFIT en uno de sus ensayos previo al concierto de rock sinfónico.|FIA

Más allá de ser la materia prima de su trabajo, para Gerardo, la música es indispensable porque “es parte de lo que somos y hemos producido como humanos”, definiéndolo, junto con el resto de las expresiones artísticas, como el reflejo más puro de la belleza creada por nosotros, pero también reconoce que el antiarte, refiriéndose a los corridos tumbados y el reggaetón, ha fomentado la cosificación y la violencia, por lo que considera que debería ser clasificado, así como sucede con las películas o los videojuegos.

La evolución de la música clásica

Los tiempos cambian y en la música clásica no es la excepción y si de algo está seguro el maestro Urbán es de que los conciertos de esté género ya se acabaron, porque “esta generación necesita todo rápido; estar dos horas sentado, sin manera de interactuar, de ninguna manera es apto ni para los que están tocando ni para las personas con las que les quieres compartir tus emociones”. Es por eso que la Orquesta Filarmónica de Toluca ha tenido que reinventarse, pues “la idea ha sido que fuera distinta, que no fuera como un museo porque a los museos la gente deja de ir cuando siempre está expuesto lo mismo” por lo que no hay pesar en tocar un día canciones de Juan Gabriel y al otro una ópera, salir a distintas delegaciones de Toluca o interactuar en redes sociales y que sea el público quien elija las temáticas de las presentaciones.

Gerardo Urbán transforma la figura del director de orquesta con conciertos que conectan al público y rompen moldes clásicos.
El público mexiquense disfrutando de un concierto de la OFIT.|FIA

Y aunque tiene planeado dirigir por muchos años más, ver a su orquesta “más reconocida y cerca del público” y llevarla a tocar en el Palacio de Bellas Artes, sabe que llegará un momento en que deberá ceder la batuta a nuevas generaciones, sin embargo, lejos de afligirse, el maestro Urbán cuenta que en su retiro le gustaría dedicarse por completo a sus dos pasiones: componer y estar en contacto con la naturaleza a través del montañismo, “de hecho, estoy orgulloso de decir que conozco toda la cordillera de Toluca, desde La Pedrera hasta Calixtlahuaca, porque a mí me gusta caminar. Recorrer nuevamente el Popo, el Izta, o el Nevado, por la edad ya no me va a dar pero quisiera seguir cultivando esta afición de una u otra manera”.

Gerardo Urbán transforma la figura del director de orquesta con conciertos que conectan al público y rompen moldes clásicos.
Batuta y partituras del maestro Urbán.|FIA

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